Entre el espectáculo y el rezo: así vivió París el incendio de Notre Dame
PARÍS (Expansión) - El corazón de París estaba totalmente lleno la noche de este lunes. Turistas, vecinos, trabajadores y chismosos se acercaban a la zona. Todos quieren ver las llamas que consumen a una de las catedrales más emblemáticas de Europa .
A pesar de que los puentes hacia la isla de la Cité, en el río Sena, donde se encuentra la catedral, están bloqueados por las fuerzas policiales de la ciudad —salvo para residentes con justificante—, los curiosos se amontonan sin parar, siguiendo atentos la labor de los bomberos, que buscan apagar las llamas desde las 18:50 hora local.
En los cuatro costados que rodean la isla, hay aglomeraciones. Del lado derecho, hacia el norte de París, cientos de personas están trepadas en los muros que rodean la alcaldía para observar mejor.
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“Vinimos a ver lo que estaba pasando, ha sido un verdadero shock”, dice Baptiste, un estudiante universitario en entrevista con Expansión. “ Se trata del monumento más importante de Europa y ahora ha desaparecido la mitad ”.
Junto con algunos compañeros, Baptiste se sienta en el piso de la alcaldía a observar la humareda que se distingue a lo lejos. Tanto ellos como otros grupos de jóvenes toman cervezas mientras observan el espectáculo de las llamas. Planean estar ahí toda la noche, una de las pocas cálidas que ha tenido la primavera de este año.
Del lado opuesto, hacia el sur de la capital francesa, en la calle Saint Julien Le Pauvre, desde donde se observa mejor aún el efecto de las llamas y las mangueras rociando agua a toda capacidad, un grupo de católicos de rodillas están entonando cantos a Jesús, María y el espíritu Santo. El hecho de que el incendio haya sucedido en días de Semana Santa ha significado un golpe aún mayor para esta comunidad de fieles.
Dentro de la isla, y al acercarse a la famosa fachada, el olor a madera quemada es indiscutible. Bomberos, policías, periodistas y trabajadores de la ciudad se encuentran en esa zona trabajando para controlar la situación. Un dron sobrevuela la catedral para tomar fotos del fuego y poder controlarlo de forma más óptima, según explica un policía local.
“Me encuentro en total shock, esto es una tragedia para la humanidad, aunque por suerte no hubo heridos y las labores de desalojo fueron veloces”, dice André Finot, responsable de comunicación de Notre Dame. “Es difícil saber qué pasará a continuación, imagínate para los que trabajamos aquí, pero tenemos esperanza”.
Aunque la mañana de este martes el incendio se declaró controlado y la estructura principal salvada, la incertidumbre era aún palpable durante las labores por la noche del lunes. Los negocios dentro de la isla de la Cité permanecían abiertos, pero vacíos, esperando la hora en la que les permitieran volver a tener clientes.
“Hacia las 19:00 horas empezamos a escuchar el ruido de la gente gritando y corriendo y salimos a ver qué pasaba”, cuenta Safda, mesera de uno de los restaurantes que se encuentran a menos de una cuadra de la fachada principal.
“Era una cosa impresionante las llamaradas, al poco tiempo vino la policía a sacar a los turistas y todos los que no necesitaran estar en esta zona. Nosotros estamos esperando, aunque posiblemente a media noche nos toque irnos también y esperar a ver qué pasa mañana”.
La catedral de Notre Dame se incendia
Desastre.
Investigación.
Reconstrucción.
Heridos.
Sin daños.
Operación
Historia pérdida.
Respuesta.
Testigos
Primera pérdida.
Caos
Terrible.
Causas.
Símbolo
Resistente.
A las orillas del Sena y en los puentes que cruzan el río, cientos de personas se acumulan a observar a los bomberos, que cada ciertas horas logran controlar del todo alguna llama, o salvar parte de la fachada.
Los gritos, silbidos y timbres de bicicleta no se hacen esperar ante cada movimiento de los denominados héroes.