“A través de la administración de Obama hasta esa llamada telefónica, la política de Estados Unidos era apoyar militarmente a Ucrania en su lucha defensiva contra ... los rusos”, dijo Kelly, de acuerdo con un reporte de The Atlantic.
El presidente respondió en su cuenta de Twitter el jueves y, al igual que en el caso de Tillerson, dijo que no pudo deshacerse de Kelly tan pronto como quiso. También lo calificó como de loco y dijo que él puesto de jefe de gabinete no era para él.
John Bolton
A inicios de septiembre, semanas antes del inicio del proceso de destitución en su contra, Donald Trump despidió a uno de los funcionarios clave de su política exterior y quien más sabía de la relación con Ucrania: su asesor de seguridad nacional, John Bolton.
El político de 70 años es famoso por su mano dura en asuntos como Venezuela y Medio Oriente. Inicialmente, Bolton fue contratado debido a su posición dura sobre Irán, apoyando la salida de Trump del acuerdo nuclear firmado por el gobierno de Barack Obama en 2015.
Pero hubo dos temas en los que las opiniones de Bolton y las de Trump, así como del secretario de Estado Mike Pompeo, chocaron. El primero fueron las negociaciones con Corea del Norte y el segundo, fue Afganistán.
Pese a su acercamiento con Corea del Norte y las históricas cumbres de Trump con el líder norcoreano, Kim Jong Un, Bolton ha seguido defendiendo la mano dura con ese país y se le ha acusado de torpedear las negociaciones.
Mike Pompeo destacó que había muchas diferencias entre él y el asesor. "Muchas veces él y yo no estábamos de acuerdo, eso es seguro", dijo Pompeo durante una conferencia de prensa en la Casa Blanca, según la agencia AFP. "Trabajamos muy de cerca con el presidente", agregó, marcando un contraste.
Con el juicio político de Trump ya en marcha, Bolton parecía un testigo clave para las acusaciones de abuso de poder y obstrucción al Congreso que pesaban contra el presidente. El 6 de enero, el ex asesor dijo que estaba dispuesto a testificar si los senadores lo llamaban.
A finales de enero, el New York Times publicó fragmentos de un manuscrito de John Bolton en los que sostiene que Trump le dijo que quería congelar la ayuda de seguridad a Ucrania hasta que Kiev ayudara con las investigaciones sobre varios demócratas, incluido el ex vicepresidente Joe Biden y su hijo Hunter.
Ante la posibilidad que declarara en el procedimiento en su contra, Trump lanzó una serie de ataques contra su antiguo aliado. El presidente estadounidense señaló que Bolton le "rogó" tener ese trabajo, pero que había mostrado "muchos más errores de juicio" en su desempeño.
"Fue despedido porque, francamente, si lo hubiera escuchado, ya estaríamos en la Sexta Guerra Mundial, y sale e INMEDIATAMENTE escribe un libro desagradable y falso. Todo clasificado de Seguridad Nacional", escribió en su cuenta de Twitter.
Varios senadores republicanos, como el ex candidato presidencial Mitt Romney, consideraron votar a favor de llamar a nuevos testigos al juicio político de Trump, incluido Bolton. Pero la mayoría oficialista rechazó finalmente llamar a nuevos testigos.
Trump a la postre salió exonerado en el juicio político.
William Barr
Bill Barr es el más reciente funcionario que se ha revelado contra los deseos de Donald Trump. A diferencia de los otros integrantes de esta lista, que esperaron a su salida para revelar sus desacuerdos con el presidente, Barr lo hizo aún en el cargo.
Barr, quien ocupó la vacante del Jeff Sessions, acusó al presidente de obstaculizar el trabajo del Departamento de Justicia, diciendo que los tuits del mandatario le estaban volviendo "imposible" cumplir con su misión.
"Tengo un problema con algunos de los tuits", dijo Barr en una entrevista con ABC News, y agregó: "No puedo hacer mi trabajo aquí en el departamento con un comentario de fondo constante que me debilita".
Las declaraciones de Barr llegaron después de que Trump haya criticado la petición de condena para Roger Stone, un estrecho ex colaborador del presidente que ha sido declarado culpable de siete cargos por su implicación en la llamada trama rusa.
El viernes Trump desestimó las críticas hechas por Barr y reiteró que "tiene el derecho legal" de intervenir en casos judiciales.
A menudo acusado de ser obsecuente con el presidente, Barr dijo a la cadena que Trump "nunca me pidió que hiciera algo en un caso penal" particular.
En un tuit este viernes, Trump citó esas palabras de Barr y agregó: "Eso no significa que no tenga, como Presidente, el derecho legal de hacerlo, lo tengo, pero hasta ahora he decidido no hacerlo".
Las declaraciones del fiscal general generaron controversia en momentos en que fue citado por el Congreso para testificar sobre acusaciones de que decidió —supuestamente presionado por Trump— desautorizar a sus propios fiscales y pedir una sentencia más leve para su antiguo asesor en la campaña de 2016.
No es la primera vez que Trump se enfrenta con un fiscal general por la trama rusa. El presidente no ocultó su molestia cuando Jeff Sessions decidió retirarse de la investigación del caso, en 2017. Tuvo que esperar hasta noviembre de 2018, después de las elecciones de medio término, para dimitir al cargo.