Trump ha defendido repetidamente, hasta ahora en vano, que China se incorpore a las conversaciones entre Estados Unidos y Rusia sobre un acuerdo de control de armas para reemplazar el tratado START de 2010 entre Washington y Moscú que expira en febrero.
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El START restringió a Estados Unidos y Rusia a desplegar no más de 1.550 ojivas nucleares, el nivel más bajo en décadas, y limitó los misiles y bombarderos terrestres, y submarinos que los trasladan.
China, que se estima tiene alrededor de 300 armas nucleares, ha rechazado repetidamente la propuesta de Trump, argumentando que su fuerza nuclear es defensiva y no representa una amenaza.
En la llamada, que coincidió con el aniversario número 75 del final de la Segunda Guerra Mundial en Europa, los líderes mundiales hablaron también sobre los trabajos para derrotar el brote del nuevo coronavirus y otros asuntos, dijo la Casa Blanca.
Trump dijo que Estados Unidos estaba listo para ayudar cualquier país que luche contra la enfermedad, incluida Rusia, añadió el comunicado.
Más tarde, Trump dijo a periodistas que Putin había aceptado su oferta de proporcionar ventiladores para ayudar a tratar a las personas con COVID-19, y agregó que Rusia está teniendo dificultades con la enfermedad.
El Kremlin, por su parte, dijo en un comunicado que Estados Unidos "propuso enviar una carga de equipamiento médico a Rusia", sin proporcionar más detalles.
El Kremlin dijo también que los dos líderes debatieron sobre el mercado mundial del petróleo y otros temas. No hizo ninguna referencia específica al control de armas, aparte de una breve mención de que ambos países eran capaces de trabajar juntos para garantizar la "estabilidad estratégica".