Sobre todo, porque la "vuelta a la normalidad", en particular en lo que respecta a la migración por razones de trabajo, va a tomar otros derroteros, anticipa la organización, que teme que las personas sean "ineligibles" para una visa de trabajo debido a la situación del mercado. Las empresas dejarán de contratar y muchas optarán por el teletrabajo, desde el país de origen.
"En el contexto de una recesión económica severa" no solo podrían reducirse las necesidades de reclutamiento a nivel internacional sino que podría verse afectado el "apoyo a una política migratoria proactiva", reza la nota, que vislumbra un "cambio fundamental de las migraciones".
Peor que la crisis de 2008
"La magnitud del impacto en términos de flujos migratorios será más importante que en la crisis económica de 2008 cuando hubo una caída drástica de las migraciones intraeuropeas" que se prolongó en 2009 y 2010, compara Jean-Christophe Dumont, jefe de la división Migraciones de la OCDE.
"Con el COVOD, todo se ha multiplicado. La magnitud de la crisis es sin duda mayor. No me sorprendería que haya una caída del 30 al 40% en 2020. Para los próximos años, todo depende de la recuperación económica, pero todas las señales están en rojo", explica a la AFP con motivo de la inmigración laboral, que afecta a unas 600.000 personas por año que no son originarias de la Unión Europea.