"El COVID-19 ha convertido la vacunación de rutina previa en un desafío desalentador. Debemos evitar un mayor deterioro en la cobertura de las vacunas y reanudar urgentemente los programas de vacunación antes de que las vidas de los niños se vean amenazadas por otras enfermedades. No podemos cambiar una crisis de salud por otra", afirmó la directora ejecutiva de UNICEF, Henrietta Fore.
Sin embargo,la preocupación por las vacunas viene de años atrás. Antes de la aparición del coronavirus, a finales de 2019, la tasa de vacunación contra la difteria, el tétanos, la tos ferina (DTP3) y el sarampión ya se había estancado en el 85%, con 14 millones de niños sin vacunar cada año, principalmente en África.
Dos tercios de los niños que no reciben vacunas se concentran en 10 países de ingresos medios y bajos: Angola, Brasil, República Democrática del Congo, Etiopía, India, Indonesia, México, Nigeria, Pakistán y Filipinas. Los niños en los países de ingresos medios representan una parte cada vez mayor de la carga.
La situación es especialmente preocupante para América Latina y el Caribe, donde la cobertura históricamente alta se ha reducido en la última década. En Brasil, Bolivia, Haití y Venezuela, la cobertura de inmunización se desplomó al menos en un 14% desde 2010. Estos países ahora también se enfrentan a interrupciones moderadas a severas relacionadas con COVID19.
Países que tuvieron avances en la década pasada, como India, Nepal y Pakistán -donde la cobertura regional para la tercera dosis de la difteria aumentó un 12%-, se ven ahora amenazados por las interrupciones relacionadas con COVID-19.
Con información de AFP y EFE