El científico agregó que este proyecto de detección de enfermedades a través del olfato de perros puede abrir una inmensidad de posibilidades para otras patologías difíciles de detectar en etapas iniciales, como el cáncer o la tuberculosis, o para posibles futuras pandemias.
"No sabemos si esta va a ser la única pandemia que vamos a vivir en la humanidad, por lo que es más relevante aún que estemos trabajando en esta investigación científica", indicó el coronel Santelices.
Además, y para tranquilidad de los amantes de los animales, los perros no corren riesgo de contagio, ya que tienen una probabilidad muy baja de enfermar por la COVID-19, por lo que son un elemento con posibilidades infinitas en la primera línea de detección del SARS-CoV-2.
Los perros, cuya posibilidad de contagio es escasa según la Organización Mundial de la Salud Animal, comenzaron su adiestramiento hace un mes y utilizarán muestras humanas de sudor que serán tomadas de enfermos de la clínica de la Universidad Católica. Se espera que en agosto inicien su tarea acompañados de un oficial para realizar la detección en lugares como estaciones de autobuses, aeropuertos o puestos de controles sanitarios.
Chile suma 326,439 infectados desde el 3 de marzo, cuando se registró el primer caso de coronavirus en el país. Los fallecidos suman más de 11,000 si se consideran los casi "probables", de acuerdo a un último reporte oficial.
Con información de AFP y EFE