La iniciativa fue aprobada en tercer trámite por la Cámara de Diputados, finalizando su curso parlamentario y quedando lista para su eventual promulgación como ley por el presidente chileno, el conservador Sebastián Piñera, quien es contrario a esta reforma y podría vetarla o recurrirla ante el Tribunal Constitucional.
El proyecto, impulsado por la oposición, está generando una fuerte crisis en el oficialismo chileno, pues fue aprobado gracias al voto a favor de varios legisladores gubernamentales, mientras que desde las bancadas progresistas se califica como "histórico" porque entienden que puede suponer el inicio de un cambio profundo en el sistema de pensiones del país, basado en el ahorro individual obligatorio gestionado por empresas privadas.
"Aprobado retiro del 10% de fondos de las AFP por amplia mayoría en la Cámara (más de 2/3) y queda listo para ser ley. Se cae la posibilidad de veto. Hemos corrido las barreras de lo posible y ha ganado la democracia", dijo el diputado Gabriel Boric en su cuenta de Twitter.
Las AFP, creadas en la década de 1980 bajo la dictadura de Augusto Pinochet, manejan activos por más de 200,000 millones de dólares y han sido centro de protestas en los últimos años debido a las bajas pensiones.
En horas de la mañana, el mandatario afirmó que no sentía como una derrota la inminente aprobación de la iniciativa.
"No siempre lo que uno cree es lo mejor para el país es lo que se aprueba en el Congreso y en consecuencia vamos a esperar que termine el proceso legislativo", comentó sin adelantar las posibles acciones que tomará.
Pero expertos creen que, debido a lo popular de la iniciativa, un intento de bloquearla podría aumentar el malestar de la población y revivir protestas sociales como las que impactaron al país desde octubre y hasta la llegada de la pandemia en marzo.
Con información de Reuters y EFE