Aunque algo por debajo del volumen de deuda en negociación con acreedores privados externos, la cifra del canje local que Argentina se propone concretar es igualmente enorme: 41,714 millones de dólares correspondientes a 29 clases de bonos y letras nominados en dólares y emitidos bajo ley local, un monto equivalente al 12.5 % del PBI de Argentina.
Según datos de la Oficina de Presupuesto del Congreso, un 35% de esta deuda a reestructurar -unos 14,700 millones de dólares- está en manos de tenedores privados, mientras que el resto está en cartera de distintos organismos públicos, como el Banco Central o el Banco Nación, entre otros.
El gobierno de Alberto Fernández promete dar a los tenedores de esos títulos un trato equitativo al que ofrece a los inversores con bonos de ley extranjera mediante una propuesta de canje similar a la que está en curso para estos últimos acreedores.
La propuesta de canje local
A los inversores se les ofrece en canje nuevos bonos en dólares de ley argentina con vencimiento en 2030, 2035, 2038 y 2041, menú al que se añaden dos bonos con vencimiento en 2026 y 2028, pero nominados en pesos argentinos y ajustados por un índice ligado a la inflación.
La quita de capital es de hasta el 3% para los bonos a reestructurar emitidos desde 2014, pero nula para los anteriores a ese año y para aquellos inversores que opten por nuevos títulos en pesos.