Sin embargo, acabar con la NRA no terminará con el problema de falta de regulación de las armas en Estados Unidos y tampoco lo hará con el tráfico ilegal de armamento a México.
Especialistas consultados por Expansión señalan que en los últimos las empresas de armas han comenzado ha hacer su propio lobby sin depender del trabajo de la NRA.
"Si bien la NRA es su fronting principal, es la organización que principalmente usa la industria armamentista, sin duda que tiene un lobby propio, como lo tiene la industria tabacalera y la industria farmacéutica. La industria armamentista nortemamericana tiene un cabildeo propio"; dijo Gildardo López, profesor de la Escuela de Gobierno de la Universidad Panamericana (UP) en entrevista con Expansión.
Jesús Gallegos Olvera, un académico de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM señaló que la organización se ha visto debilitada en los últimos años y que además ahora es solo una más entre otros grupos proarmas en Estados Unidos.
"Su peso político ha ido modificándose en los últimos años. En la última década está en una franca disminución porque existen otros grupos supremacistas con tendencias autoritarias, que también defienden estos derechos, y que han diversificado el quehacer de lo que originalmente se concentraba en la Asociación Nacional del Rifle", explicó Gallegos Olvera.