Pese a que el aire que se respira es mejor que el de los días anteriores, el humo sigue dejando cenizas que cubren vehículos, hogares, mobiliario público y las mesas y sillas de restaurantes que sirven en el exterior a causa de la pandemia de COVID-19.
Lo que se describió como incendios forestales "sin precedentes", alimentados por fuertes vientos y temperaturas abrasadoras, atravesaron una amplia franja de California, Oregon y Washington el miércoles, destruyendo decenas de hogares y negocios en los estados del oeste de Estados Unidos, y forzando a decenas de miles de residentes a evacuar.
En California, donde se han reportado al menos ocho muertes, helicópteros de la Guardia Nacional rescataron a cientos de personas atrapadas por el "Creek Fire" en el Bosque Nacional Sierra.
California evacúa a miles de personas por avance de los incendios forestales
En total, la zona ha registrado más de 7,600 incendios desde que comenzó el año y hasta septiembre ya ha arrasado más de 930,000 hectáreas y emitido enormes cantidades de humo a la atmósfera.
Estas cifras toman mayor relevancia comparándolas con las del año pasado, ya que en todo 2019 se declararon menos de 5,000 incendios, que quemaron 118,000 acres, es decir 47,000 hectáreas.
En Oregon, la gobernadora Kate Brown declaró que los incendios en ese estado del noroeste eran un "evento único en una generación".
Jay Inslee, gobernador del vecino estado de Washington, describió los incendios forestales como "sin precedentes y desgarradores".
Con información de AFP y EFE