Para el diplomático español, la respuesta del gobierno venezolano con la negativa de postergar las elecciones "cierra cualquier posibilidad de que el diálogo continúe" sobre el eventual envío de una misión de observación electoral.
En septiembre, Borrell envió a dos diplomáticos a Caracas donde se reunieron "con más de 70 personas" para discutir la posibilidad de que las elecciones puedan ser aplazadas por seis meses para crear condiciones de ser consideradas libres y justas, y la UE pueda enviar un grupo de observación.
El diplomático español dejó claro que la oposición venezolana había solicitado a la UE hacer llegar al régimen sus mensajes respecto a cómo organizar un proceso electoral en el que viera garantías para participar y también que tenía el mandato del Grupo Internacional de Contacto para Venezuela, que reúne a Estados miembros y latinoamericanos, para continuar el diálogo con todas las partes.
"Estamos haciendo lo que corresponde hacer", subrayó Borrell, quien recordó que el envío de este tipo de misiones diplomáticas es habitual y que, en este caso, se reunió con personas de todos los sectores y "no para negociar", sino para conocer la situación sobre el terreno.
Los funcionarios europeos vieron a representantes de la oposición, de la sociedad civil y, también, del Gobierno de Nicolás Maduro, a quienes solicitaron un aplazamiento de seis meses de las elecciones.