Según un informe publicado en febrero de 2019 por los expertos del banco Natixis, el país latinoamericano tenía en el Banco de Inglaterra unas 31 toneladas de oro por valor de 1.300 millones de dólares.
Hasta finales de 2018, esas reservas se estimaban en 14 toneladas de oro, pero en enero de 2019 se sumaron a ellas 17 toneladas más después que Venezuela devolviera a un banco alemán el capital de un préstamo garantizado con oro.
Según Natixis, el Banco Central de Venezuela guardaba entonces en sus propias arcas otras 98 toneladas de ese metal precioso, estimadas en 4.140 millones de dólares.
"Obligación moral"
Sin embargo, en febrero de 2019 Maduro afirmó en una entrevista a la BBC que las reservas de oro que su país tiene depositadas en Inglaterra ascienden a 80 toneladas y dijo confiar en que no le fueran confiscadas.
Guaidó había escrito poco antes a la entonces primera ministra británica, Theresa May, pidiendo que el Banco de Inglaterra no devolviese el oro al régimen de Maduro, afirmando temer que fuese utilizado para reprimir al pueblo venezolano.
Interrogado por la AFP, el Banco de Inglaterra subrayó entonces que "antes de realizar cualquier transacción, el banco debe tener la seguridad de que la entidad solicitante dispone de las autorizaciones necesarias para requerir la operación, que se respetan todas las sanciones pertinentes y que no haya pruebas de que la transacción implicará una actividad criminal".