Con el dato de este jueves se confirma la tendencia al alza en el número de contagios que preocupa a las autoridades italianas, pues para constatar un aumento similar hay que remontarse a los tiempos del confinamiento, el 11 de abril, con 4,694.
No obstante ahora se hacen muchas más pruebas que antes y desde ayer se ha alcanzado la cifra récord de 128,000 test.
Por otro lado desde el miércoles han muerto 22 personas, una cifra en la media de los últimos días y que eleva el balance provisional a las 36,083 víctimas mortales por el patógeno en Italia.
Actualmente en Italia unas 66,000 personas padecen la COVID-19 pero la gran mayoría se encuentra aislada en sus domicilios con síntomas leves o sin ellos. Crecen sin embargo los hospitalizados, en 164, y los pacientes en cuidados intensivos, 21 más que ayer.
Con este contexto Italia trata de poner coto a la expansión de un virus que en otros países europeos parece más desatado.
El gobierno aprobó anoche un decreto con el que se establece la obligación de usar la mascarilla siempre, también al aire libre, y además se ha extendido el estado de emergencia hasta el 31 de enero de 2021, pues expiraba el 15 de octubre.
El consejero del Ministerio de Sanidad, Walter Ricciardi, animó a seguir realizando más pruebas diagnósticas para evitar que a finales de año se llegue a los 16,000 casos diarios, una cifra incluso superior a la confirmada en la primera ola de la primavera.