El subsecretario del Interior, Juan Francisco Galli, dijo que había "una distinción muy clara sobre cómo evolucionó el día", que tuvo por una parte una manifestación pacífica y por la otra graves hechos de violencia.
Las manifestaciones, que arrancaron temprano, marcaron el primer aniversario de las masivas protestas sociales contra la desigualdad que estallaron el 18 de octubre del año pasado, que dejaron más de 30 muertos, miles de heridos y severos daños materiales.
Golpeando ollas, agitando carteles y pancartas, los participantes llamaban a votar "Apruebo" el próximo domingo en un referendo sobre la posibilidad de escribir una nueva Constitución que reemplace al texto que data de la dictadura militar (1973-1990), una demanda clave de las protestas de 2019.
De acuerdo al gobierno, durante la tarde en la Plaza Italia de Santiago, epicentro de las manifestaciones sociales que estallaron hace un año, se llegaron a reunir 30,000 personas, la manifestación más masiva de este año.

Pero al avanzar la tarde, barras bravas comenzaron los hechos de violencia en los alrededores de la plaza, a unos 350 metros de la manifestación principal, donde encapuchados atacaron dos iglesias, que quedaron destruidas por el fuego.
Sirenas de bomberos, barricadas incendiarias en carreteras y fuegos artificiales en las calles del centro de Santiago contribuyeron a la sensación de caos en algunos vecindarios. Hubo manifestaciones e incendios en infraestructuras también en otras ciudades del país.