Miles de personas han protestado en las calles de Filadelfia desde el lunes, cuando la policía mató a disparos a Walter Wallace, un hombre negro de 27 años armado con un cuchillo.
La familia de Wallace dijo que éste era bipolar, y que pidieron una ambulancia al llamar al teléfono de emergencias 911, pero quien acudió fue la policía. Preguntan asimismo por qué los agentes no utilizaron una pistola Taser para detener a Wallace, en vez de armas de fuego.
La policía de Filadelfia ha hecho 172 arrestos y 53 oficiales han sido heridos en dos noches de protestas con varios saqueos de tiendas y otros negocios, algunos de los cuales todavía se estaban recuperando de los disturbios del verano boreal.
Los funcionarios de la ciudad dijeron que hasta 1,000 personas estuvieron involucradas en el saqueo en una esquina de la ciudad el martes por la noche, sorprendiendo a la fuerza policial con la guardia baja.
"Estos individuos no están haciendo nada más que desperdiciar nuestros preciosos recursos", dijo la comisionada de la policía de Filadelfia Danielle Outlaw en una sesión informativa, lamentando lo que describió como "la anarquía generalizada" en la ciudad más grande de Pensilvania.
La muerte de Wallace y las protestas en Pensilvania, un estado veleta clave en la elección presidencial del 3 de noviembre, reavivaron las tensiones entre republicanos y demócratas.