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Un sismo magnitud 7 deja 22 muertos y más de 700 heridos en Turquía y Grecia

El terremoto causó el derrumbe de edificios en el oeste del país gobernado por Recip Tayip Erdogan; bajo los escombros hay gente atrapada.
vie 30 octubre 2020 09:43 AM
Derrumbe de edificios
El sismo provocó el derrumbe de al menos una decena de edificios en varios barrios de Esmirna, la tercera mayor ciudad de Turquía.

El terremoto que este viernes sacudió las costas del mar Egeo ha dejado al menos 22 muertos, dos de ellos en la isla griega de Samos y los 20 restantes en la provincia turca de Esmirna, donde se han derrumbado unos veinte edificios.

El número de heridos en Turquía asciende a 786, según el último comunicado de AFAD, el servicio de emergencias turco, emitido poco después de la medianoche local. Informaciones de hospitales locales indican que 23 de los heridos están en estado grave.

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Se estima que la cifra de víctimas probablemente aumentará, ya que los equipos de AFAD, el servicio de emergencias de Turquía, ayudados por helicópteros y aeronaves no tripuladas, continúan la labor de búsqueda y rescate de numerosos ciudadanos que siguen atrapados bajo los escombros, según informó el servicio en su web.

El balance del sismo en Turquía se agrava con medio centenar de muertos

El movimiento telúrico, que se sintió en Estambul y Atenas, tuvo lugar en el mar Egeo, al sudoeste de Esmirna, tercera ciudad de Turquía, y cerca de la isla griega de Samos.

Al menos 4 bloques de pisos se han derrumbado por completo, y los expertos de AFAD trabajan en un total de 17 edificios en varios barrios de la ciudad de Esmirna, con 4 millones de habitantes.

El gobernador de la provincia Esmirna, Yavuz Selim Kösker, informó en una comparecencia ante los medios que ya se había rescatado a 70 personas de los edificios derrumbados.

El alcalde de la ciuda de Esmirna, Tunç Soyer, afirmó al canal de noticias CNN-Türk que había recibido información sobre casi 20 edificios derrumbados.

Kösker pidió a la ciudadanía abstenerse de subirse a los escombros por el riesgo de agravar la situación de las personas atrapadas y entorpecer el trabajo de los equipos de rescate y aconsejó reducir el tráfico al mínimo para facilitar el paso de ambulancias.

En Bornova, los rescatistas, ayudados por habitantes y policías, intentaban abrirse paso entre los escombros de un edificio de viviendas de siete pisos con ayuda de motosierras, según las imágenes de la cadena pública TRT.

Una cadena humana intentaba despejar las ruinas pasando entre trozos de vigas y ladrillos, según estas imágenes. A veces los socorristas exigían silencio para tratar de localizar a los supervivientes.

Una joven fue sacada de los escombros de un edificio derrumbado, según CNN-Türk. Otras dos personas salieron de las ruinas de otro edificio de siete pisos, según TRT.

La magnitud del sismo, que se produjo a una decena de kilómetros de profundidad, fue evaluada por el Instituto Geofísico Americano (USGS) con una magnitud de 7 y de 6.6 por las autoridades turcas.

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En la isla griega de Samos, que dista apenas diez kilómetros del epicentro del seísmo, se han contabilizado dos muertos y ocho heridos.

Los fallecidos son dos adolescentes de 15 y 17 años, un chico y una chica que iban del instituto a sus hogares cuando quedaron atrapados por un muro que se derrumbó en una calle estrecha.

Los menores fueron localizados gracias a que sus padres encontraron sus teléfonos móviles junto a los escombros.

Los equipos de rescate encontraron a la chica ya muerta mientras que el joven fue trasladado inconsciente en estado muy grave al hospital, donde falleció.

"Fue el caos, nunca hemos vivido eso... Hasta ahora no tenemos víctimas. Algunos edificios han sido dañados, una iglesia en particular", situada en el puerto de Karlovassi, declaró a Ert Giorgos Dionysiou, el vicealcalde de Samos.

A pesar de las fuertes tensiones que los separan, Turquía y Grecia se comprometieron a ayudarse mutuamente.

En una entrevista telefónica, los ministros de Asuntos Exteriores de ambos países "subrayaron que están dispuestos, en caso de necesidad, a ayudarse y apoyarse mutuamente", declaró el gobierno turco en un comunicado.

El movimiento telúrico fue también sentido en Estambul, capital económica del país enlutada hace 20 años por un potente terremoto.

Pero el gobernador de la provincia de Estambul, Ali Yerlikaya, señaló que no se constató ningún daño.

"Todas nuestras instituciones comenzaron a desplazarse al lugar para iniciar los esfuerzos necesarios", declaró el presidente, Recep Tayyip Erdogan, en Twitter.

Turquía se ubica en una de las zonas sísmicas más activas del mundo. En 1999, un sismo de magnitud 7.4 sacudió el noroeste del país, causando más de 17,000 muertos, un millar de ellos en Estambul.

El pasado enero, un terremoto de magnitud 6.7 dejó unos cuarenta muertos en la provincia de Elazig, este.

En 2011, un terremoto de 7.1 en la provincia de Van dejó más de 600 muertos.

Con información de AFP, EFE y Reuters

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