Jordania y Egipto son los únicos dos países árabes que oficialmente reconocieron al Estado hebreo.
El gobierno egipcio celebró el anuncio del jueves, al igual que el sultanato de Omán y Bahréin, pequeño Estado del Golfo cercano a Abu Dabi y particularmente hostil a Irán, enemigo de Israel.
Pero la poderosa Arabia Saudita, primera economía del mundo árabe, no tuvo ninguna reacción. Y, si bien el gobierno saudí también dio señales de acercamiento en estos últimos años, es poco probable que establezca relaciones oficiales con el Estado hebreo.
"Al menos no en lo inmediato", estima Hussein Ibish, analista del Instituto de los Estados Árabes del Golfo, con base en Washington.
"El rey Salmán (de Arabia Saudita) estará un poco contrariado, porque esto rompe el consenso según el cual la iniciativa de paz árabe es la base de todo avance diplomático importante con Israel", dijo el investigador a la AFP.
La iniciativa, de 2002, pide la retirada completa del Estado hebreo de los territorios árabes ocupados tras la guerra de los Seis Días de 1967 -la parte del Golán sirio y Jerusalén oriental, ocupada y anexada por Israel, y la Cisjordania ocupada - a cambio de la normalización.
Los Emiratos Árabes aseguraron el jueves que su acuerdo prevé "poner fin a toda anexión suplementaria" de territorios palestinos en Cisjordania.