Estos son los primeros procesos de una lista de recursos judiciales que —todo indica— se van a interponer en las elecciones en Estados Unidos. El fantasma del año 2000, cuando la contienda electoral llegó hasta la Corte Suprema, comienza a rondar con cada vez más fuerza.
"Lo que parece indudable es que la elección va a terminar en los tribunales de Estados Unidos y, en última instancia, en la Suprema Corte de Justicia. Eso se ve venir con independencia de toda las incidencias en el conteo de votos", dice el abogado Luis Pérez de Acha. Y la Corte Suprema tiene mayoría conservadora, incluyendo tres miembros elegidos por el propio Trump.
El presidente ha estado preparando el terreno para un escenario así desde el inicio de la contienda, cuando el voto por correo ganó importancia debido a la pandemia de COVID-19. Trump ha criticado en numerosas ocasiones, sin pruebas, que este mecanismo sería usado por los demócratas para realizar un fraude electoral. En la madrugada de este miércoles, volvió a denunciar un "fraude" electoral sin aportar pruebas, amenazando con recurrir a la Corte Suprema de Estados Unidos para detener el conteo.
"Trump tenía dos maneras de actuar. Una, con su discurso político, dirigido a sus bases electorales. La otra, con un equipo de abogados para plantear y fundamentar las demandas en los estados correspondientes", señala Bernardino Esparza Martínez, profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad La Salle y especialista en derecho constitucional y electoral.
Del lado demócrata, también hay un equipo de abogados que ya está listo para dar batalla frente a los argumentos legales de la campaña republicana.
La pelea será dura, pero Trump se arriesga "a una de las más embarazosas derrotas que un presidente haya sufrido ante la alta corte en el país", dijo este miércoles el ex consejero de la Casa Blanca Bob Bauer, uno de los abogados de la campaña de Joe Biden.