“La pandemia ha afectado de manera desproporcionada a aquellos grupos que ya estaba en posición de vulnerabilidad antes de la crisis, incluyendo a los migrantes, los refugiados y los desplazados internos”, dijo Laura Thompson, directora general adjunta de la Organización Internacional para las migraciones (OIM) durante el X Foro Internacional de Migración y Desarrollo, organizado como parte de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara.
En la informalidad y la precariedad
Aunque la mayoría de los inmigrantes son más jóvenes que el promedio de la población de los países de destino, lo que los hace menos susceptibles a presentar efectos graves de la enfermedad, su vulnerabilidad socio económica los pone en un riesgo más alto en caso de contraer el virus.
"Es un hecho bien establecido que los cupos de población con desventaja socioeconómicas, como los migrantes, tienen más probabilidades de tener malas condiciones de salud y padecer más enfermedades crónicas, lo que hace que aumente su riesgo en el contexto del COVID-19”, explicó Thomas Liebig, de la división de Migración Internacional de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Un 30% de los inmigrantes viven en la relativa pobreza en los países miembros de la OCDE. En contraste, solo 20% de las poblaciones no migrantes viven en la pobreza.