Es la historia sin fin. Ya queda menos de un mes para que Gran Bretaña y la Unión Europea alcancen un acuerdo sobre sus futuras relaciones comerciales, y las negociaciones siguen estancadas. Para la mayoría de los economistas, el llamado 'Brexit duro' —es decir, una separación de Europa sin un nuevo tratado comercial que regule los intercambios— es el peor de los escenarios posibles. Y está cerca de hacerse realidad.
Este sábado, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el primer ministro británico, Boris Johnson, mantuvieron una conversación telefónica de media hora para intentar salvar las conversaciones, según una fuente cercana a las negociaciones citada por AFP. En ella, acordaron continuar el domingo con las pláticas.
Desde la fecha oficial del Brexit, el 31 de enero, Londres sigue aplicando las reglas europeas. Al final del periodo de transición, que termina el 31 de diciembre, se producirán los verdaderos cambios, con su salida del mercado común y de la unión aduanera. Por ello, los dos jefes negociadores, el francés Michel Barnier y el británico David Frost, protagonizaron toda esta semana en Londres una desesperada carrera contrarreloj para hallar una vía hacia un acuerdo. De momento, sin éxito.