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El miedo a ser deportados afecta la salud mental de los jóvenes latinos en EU

Muchos inmigrantes e hijos de inmigrantes provenientes de América Latina viven con ansiedad y otros síntomas de enfermedades mentales, una crisis silenciosa que el gobierno de Biden deberá enfrentar.
jue 10 diciembre 2020 05:04 AM
Discriminación
Además de su miedo a que un ser querido sea deportado, muchs de los jóvenes consultados dijeron sentirse discriminados por ser latinos.

Los jóvenes latinos en Estados Unidos —tanto los nacidos en el país como los inmigrantes— presentan una alta incidencia de ansiedad y otros síntomas de enfermedad mental. Esto constituye una crisis silenciosa, y muchas veces ignorada, que el gobierno de Joe Biden tendrá que enfrentar.

“Los adolescentes latinos enfrentan discriminación y temores relacionados con su posición precaria en los Estados Unidos como inmigrantes o hijos de inmigrantes, un estado que se ha vuelto más frágil con el aumento de la aplicación de la ley de inmigración en años recientes”, indicó el Migration Policy Institute (MPI) en un artículo.

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No es para menos. Durante su administración, el republicano Donald Trump implementó estrictas medidas antiinmigración, varias dirigidas a departir a millones de personas.

Uno de sus intentos más obstinados, pero también de los más rechazados por las cortes federales, fue tratar de terminar con el Programa de Acción Diferida (DACA), con el cual el gobierno de Barack Obama, su antecesor, detuvo la deportación de miles de jóvenes llegados en la infancia.

El intento de revertir este programa fue rechazado en junio por la Corte Suprema de Justicia, y apenas el viernes, un juez federal ordenó al gobierno de Trump reabrir el DACA a solicitantes nuevos.
Además, Trump prometió deportar a los 11 millones de inmigrantes que viven de manera irregular en Estados Unidos. No pudo cumplir con esta promesa, debido en gran parte a la resistencia de las llamadas “ciudades santuarios” a cooperar con su administración.

En una encuesta realizada por el MPI, la Universidad de Houston y el Rhode Island College, más de la mitad de los 306 estudiantes de secundaria de Texas y Rhode Island consultados mostraron niveles de ansiedad, depresión y trastorno de estrés postraumático.

Además, los adolescentes consultados informaron, en promedio, haber vivido más de siete eventos traumáticos de la vida, como presenciar un asalto, ser asaltado, perder un ser querido o ser separado de uno de sus padres.

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La prevalencia de estos síntomas de la salud mental estaba estrechamente relacionada con el miedo de los estudiantes a la aplicación de la ley de inmigración. “Tomemos, por ejemplo, la ansiedad, que alcanzó un nivel lo suficientemente alto en dos tercios de la muestra como para justificar la evaluación de un posible tratamiento por parte de un profesional de la salud mental”, señaló el MPI.

De acuerdo con la encuesta, un 58% de los estudiantes dijeron que temían que alguien cercano a ellos fuera deportado y un 56% conocía a alguien que había sido deportado. “La proporción con este nivel de ansiedad aumentó al 83 por ciento entre aquellos que estaban preocupados por la deportación de un miembro de la familia si esa persona participaba en un programa de beneficio público como cupones de alimentos o Medicaid”.

Este miedo a participar en programas sociales es común entre los inmigrante debido a una norma anunciada por el gobierno de Donald Trump, que define que los solicitantes de visas y tarjetas verdes serán rechazados si tienen bajos ingresos o poca educación porque se consideraría más probable que necesiten asistencia del gobierno del futuro.

La mitad de estos jóvenes sienten ansiedad por separación, muchas veces relacionada con el miedo a que uno de sus padres, un familiar o un amigo cercano. Además, este temor les lleva a limitar su vida. Un 30% de los estudiantes consultados dijeron que evitaban conducir, actividades extracurriculares, servicios religiosos y eventos comunitarios, todas actividades para el desarrollo social y la movilidad económica de los adolescentes.

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En particular, el 22% de los jóvenes nacidos en Estados Unidos encuestados cambiaron su comportamiento de una de estas formas, probablemente porque temían que sus actividades pudieran llevar a la deportación de un padre u otro miembro de la familia.

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La ansiedad también estuvo altamente correlacionada con la discriminación percibida debido a la raza, el origen étnico, el idioma y otros factores. Los estudiantes latinos que temían que un familiar o amigo fuera deportado tenían más probabilidades de percibir que la sociedad los discriminaba.

La administración Trump ha realizado múltiples cambios en las políticas de inmigración y los ha justificado con una fuerte retórica que proyecta a los inmigrantes, especialmente a los latinos, como infractores de la ley, competidores por empleos en Estados Unidos y dependientes de la asistencia social.

Estos jóvenes no son los únicos que se sienten así. De acuerdo con una encuesta a nivel nacional realizada por el Pew Research Center en 2018 , un 40% de los latinos habían sido víctimas de actos de discriminación en los 12 meses anteriores.

Los autores del estudio del MIP esperaban que hubiera diferencias entre los resultados entre los jóvenes de Rhode Island y los de Texas, debido a las diferencias de las políticas locales sobre deportación adoptadas.

En Rhode Island, el gobernador emitió una orden ejecutiva de "santuario" que limita la cooperación entre la policía local y el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE), mientras que Texas aprobó una ley que requiere dicha cooperación. De hecho, el condado de Harris tuvo el mayor número de arrestos por ICE de todos los condados durante 2018 y 2019.

Sin embargo, el estudio encontró niveles de ansiedad y de otros síntomas de salud mental similares entre los jóvenes de los dos estados.

“La política más protectora de Rhode Island, entonces, no protegió a los estudiantes de las condiciones de salud mental asociadas con las políticas federales de inmigración, lo que sugiere que el clima político que contribuye a las ansiedades de los estudiantes es de carácter nacional, no regional”, dijo el MPI.

La pandemia de COVID-19, que ha afectado de manera desproporcionada a las poblaciones latinas, y las dificultades latinas asociadas con la crisis sanitaria, han aumentado el estrés de estas comunidades.

“El tamaño de la población de jóvenes latinos y su papel central en la futura fuerza laboral estadounidense hacen que la crisis de salud mental en esta población sea demasiado crítica para pasarla por alto, a pesar de los numerosos desafíos que enfrenta el país a medida que la nueva administración asume el poder”, afirmó el instituto.

El presidente electo, el demócrata Joe Biden, muy probablemente enfatizará los beneficios de la inmigración en su discurso. El ex vicepresidente ha dicho que restaurará el DACA, que revertirá la regla de la carga pública, así como otras medidas antiinmigrantes de Donald Trump. Además, prometió que durante los primeros 100 días de su gobierno enviará una iniciativa de ley para dar un camino a la ciudadanía a 11 millones de inmigrantes.

Esto puedo contribuir la ansiedad entre la población joven latina, pero estos cambios en la retórica y la política federal deberán ir acompañados de una atención sostenida en las escuelas y otras instituciones a los problemas de salud mental, que enfrentan los jóvenes latinos y la provisión de asesoramiento y otros servicios para abordar estos problemas.

“Estos niños representan una cuarta parte de todos los estudiantes de secundaria de Estados Unidos y constituyen el segmento de más rápido crecimiento de la fuerza laboral de Estados Unidos. Su bienestar y éxito son, en última instancia, los del país”, concluye el informe.

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