Las personas con un historial de reacciones alérgicas significativas no deberían recibir de momento la vacuna contra el COVID-19 desarrollada por Pfizer/BioNTech, recomendaron el miércoles las autoridades de Reino Unido, el primer país que dio luz verde al tratamiento.
La advertencia se produjo después de que dos trabajadores del Servicio Nacional de Salud (NHS) británico, que estuvieron entre los primeros en recibir la vacuna el martes, sufrieran reacciones alérgicas y necesitaran tratamiento.
El director médico del NHS en Inglaterra, Stephen Powis, explicó que ambas personas, que tenían un historial de alergias, se estaban recuperando correctamente. Esto es lo que sabemos hasta el momento.
¿Qué es una alergia?
Las alergias aparecen cuando el sistema inmunitario reacciona ante una sustancia extraña —en este caso la vacuna— o un alimento que no provoca una reacción en la mayoría de las personas, de acuerdo con la Clínica Mayo.
La gravedad de las alergias varia según la persona y puede ir desde una irritación hasta síntomas más graves y potencialmente mortales.
¿Qué pasó con los trabajadores que tuvieron una reacción alérgica?
Los funcionarios británicos dijeron que habían recibido dos informes de anafilaxia y un informe de una posible reacción alérgica desde que comenzó el lanzamiento.
La anafilaxia puede causar inflamación de la garganta, dificultad para respirar y dificultad para tragar, según la Academia Estadounidense de Alergia, Asma e Inmunología. La anafilaxia es una emergencia médica que pone en riesgo la vida, pues puede que la persona entre en un estado de choque, indica la Clínica Mayo.
¿Quién no debe obtener la vacuna?
La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA), organismo independiente británico que la semana pasada se convirtió en el primero del mundo en autorizar esta vacuna, ha aconsejado ahora que "las personas con un historial significativo de reacciones alérgicas no la reciban" como precaución, añadió.
Las reacciones alérgicas "significativas" incluyen medicamentos, alimentos o vacunas, según la MHRA.
Pfizer había excluido a las personas con antecedentes de reacciones adversas significativas a las vacunas o los ingredientes de su vacuna de los ensayos en etapa tardía.
La farmacéutica estadounidense afirmó que el MHRA les había informado de las reacciones alérgicas, pero que durante los ensayos clínicos de fase 3 en más de 40,000 personas, la vacuna fue "generalmente bien tolerada, sin que se hayan registrado problemas de seguridad graves”.
¿Esto afecta las perspectivas de aprobación en Estados Unidos?
Expertos estadounidenses debaten este jueves sobre la validez de esta vacuna contra el COVID-19. En un ejercicio inédito de transparencia, durante la jornada, en directo por internet, una veintena de especialistas están examinando los datos del medicamento para recomendar o o no su autorización.
El veredicto no está realmente en duda. La agencia estadounidense de medicamentos (FDA) ya consideró el martes que la vacuna es segura y eficaz. Pero, acusada de haber autorizado con urgencia dudosos tratamientos como la hidroxicloroquina bajo presión del presidente Donald Trump, la FDA quiere mostrar el mayor rigor científico posible.
Moncef Slaoui, quien encabeza los esfuerzos de desarrollo de vacunas del gobierno de Estados Unidos, dijo el miércoles que esperaba que las reacciones alérgicas británicas se consideraran en el proceso de autorización de Estados Unidos.
También dijo que las personas con reacciones alérgicas graves conocidas probablemente no deberían tomar la vacuna hasta que se entienda mejor.
¿Qué dicen los médicos?
Algunos elogiaron la cautela de los reguladores del Reino Unido, mientras que otros dijeron que las pruebas disponibles no justificaban restricciones amplias.
"Para la población en general, esto no significa que deban estar ansiosos por recibir la vacuna", dijo Stephen Evans, profesor de farmacoepidemiología en la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres.
Lo que sería prudente, dijo, sería "que cualquiera que haya conocido una reacción alérgica grave que necesite llevar un EpiPen posponga la vacunación hasta que se aclare el motivo de la reacción alérgica".
El virólogo de la Clínica Mayo Gregory Poland, que ha asesorado a los reguladores estadounidenses, describió la reacción inicial de Reino Unido como una "exageración", señalando la respuesta inicial sobre las alergias alimentarias, que dijo "no tienen nada que ver con esto".
"Yo habría dicho: 'Si ha tenido reacciones de nivel anafiláctico a las vacunas, queremos saberlo, así que debemos tener más cuidado'", dijo. "Eso no significa que no te inmunizaría. Pero lo haría en un entorno más controlado".
Peter Openshaw, profesor de medicina experimental en el Imperial College de Londres, elogió la forma en que se habían manejado las reacciones.
"El hecho de que sepamos tan pronto acerca de estas dos reacciones alérgicas y que el regulador haya actuado al respecto para emitir consejos de precaución muestra que el sistema de monitoreo está funcionando bien", dijo.
Mitchell Grayson, director de la división de alergia e inmunología del Nationwide Children's Hospital en Ohio, expresó su preocupación sobre cómo el problema podría reducir el interés en las vacunas. "Me preocupa que todo el evento haga que millones de personas elijan no vacunarse por lo que escucharon", dijo.
El subsecretario de prevención uy promoción de la Salud de México, Hugo López-Gatell, aseguró que la autorización que emita en su momento la Comisión para la Protección contra Riesgos Sanitario (Cofepris) incluirá recomendaciones sobre alergias.
"En esta autorización vendrán las recomendaciones necesarias de las precauciones que hay que tener, por ejemplo, en las personas con propensión alérgica", dijo el especialista en epidemiología.
¿Las alergias graves o significativas son comunes?
“En el Reino Unido en 2012 hubo alrededor de siete ingresos hospitalarios por cada 100,000 personas por alergias graves. Esto incluyó diferentes factores desencadenantes como alimentos, medicamentos y picaduras de insectos ", dijo Louisa James, experta en inmunología de la Universidad Queen Mary de Londres.
Las muertes siguen siendo muy raras y no han aumentado incluso cuando las admisiones hospitalarias han aumentado en muchos países.
Con información de AFP y Reuters
