Brian Pinker, un jubilado británico de 82 años, fue el primero en recibirla en el hospital Chude la Universidad de Oxford.
Originario de la ciudad, Pinker se arremangó el polo delante de las cámaras para que la enfermera jefe Sam Foster le pusiera la inyección.
"Estoy muy contento de recibir esta vacuna del COVID hoy y muy orgulloso de que se haya inventado en Oxford", afirmó. "Esta vacuna lo significa todo para mí, en mi cabeza es la única manera de recuperar un poco de vida normal", explicó.
Para Foster "fue un verdadero privilegio haber podido administrar la primera vacuna Oxford/AstraZeneca aquí (...) a unos pocos cientos de metros de donde fue desarrollada".
Brian "estuvo genial", aseguró. "Estaba ansioso por administrársela. No dudó y dijo que no sintió nada tras el pinchazo. Es en gran paciente y un gran defensor de esta vacuna", agregó.
Según los científicos británicos la vacuna ofrece protección a partir de 22 días después de la primera inyección y durante al menos tres meses.
Por este motivo, y para llegar a una población lo más amplia posible, las autoridades sanitarias inglesas decidieron espaciar hasta 12 semanas la administración de las dos dosis necesarias.
El ministro de Sanidad, Matt Hancock, afirmó "esperar que superemos este difícil momento en las próximas semanas y meses".
"Las posibilidades de que podamos hacerlo se han acelerado significativamente hoy porque hemos sido capaces de ser el primer país del mundo en inyectar esta nueva vacuna de AstraZeneca", dijo a la radio BBC.
Con información de AFP y Reuters