Trump es el primer presidente de Estados Unidos sometido a dos juicios políticos

La Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, vota a favor de someter al mandatario a un proceso de destitución por "incitar a la insurrección" a sus seguidores.

Donald Trump ha hecho historia en Estados Unidos. La Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, inició este miércoles el proceso de juicio político contra el mandatario, el segundo en su contra, algo inédito en la historia del país.

Con 232 votos a favor, incluyendo 10 votos republicanos, y 197 votos en contra, la Cámara Baja aprobó una resolución para acusar al presidente de "incitar a la insurrección" a sus seguidores.

Esta votación se da solo una semana después de que una turba de los seguidores de Trump irrumpiera en el Capitolio, la sede del poder legislativo de Estados Unidos. El saldo fue de cinco muertos, incluido un oficial de policía, cientos de detenidos y al menos tres congresistas contagiados de COVID-19.

Horas antes del asalto, el presidente Trump había llamado a sus seguidores, reunidos en un mitín en Washington, a "pelear" contra la victoria de Joe Biden en las elecciones, que califica como un fraude electoral, aunque no ha presentado ni una prueba de sus acusaciones.

l presidente del Senado, el republicano Mitch McConnell, dijo que no se puede llevar a cabo un juicio político “justo o serio” al presidente en los últimos siete días de la presidencia. Advirtió que no llamará a sesión extraordinaria antes del 19 de enero, cuando está previsto que el Senado vuelva a sesionar.

“De acuerdo con las reglas, procedimientos y los precedentes en el Senado que gobiernan el juicio político, simplemente no hay posibilidad de que un juicio justo o serio pueda terminar antes de que el presidente electo (Joe) Biden jure el cargo la próxima semana", dijo el senador por Kentucky en un comunicado.

Aun si el juicio comienza esta semana y sigue velozmente, “no habrá un veredicto hasta que el presidente ya haya dejado el cargo”, agregó.

"Terroristas domésticos"

La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, inició el debate sobre el juicio político contra Donald Trump. Dijo que quienes atacaron el Capitolio la semana pasada no son patriotas, sino "terroristas domésticos" que fueron enviados por las palabras del presidente.

"Estos insurrectos no eran patriotas. No eran parte de una base política para ser atendido y administrado. Eran terroristas domésticos y la justicia debe prevalecer", dijo Pelosi.

"Fue un golpe dirigido al proceso más esencial que nos convierte en una democracia", dijo la representante demócrata. "El presidente no sólo incitó a una insurrección contra nuestro gobierno, sino que de palabra y de hecho encabezó una rebelión. No podemos simplemente pasar de esto o pasar página", agregó.

"No aparecieron de la nada. Fueron enviados aquí por el presidente con palabras como un grito 'para luchar como el infierno'. Las palabras importan. La verdad importa. La rendición de cuentas importa", continuó la portavoz de la Cámara Baja.

Según la representante por California, el presidente no veía en las personas que asaltaron el Congreso "como enemigos de la libertad, sino como un medio para un objetivo, el objetivo para aferrarse personalmente en el poder".

El demócrata Cedric Richmond, que representa a Luisiana, pronunció su primer discurso ante el pleno de la Cámara de Representantes. Dijo que algunos de sus compañeros legisladores "pues bien ser co-conspiradores" del presidente Trump en la incitación de los disturbios de la semana pasado.

"Algunos de mis colegas, algunos de los cuales bien pueden ser cómplices en su último intento de aplacar y complacer a este presidente inepto, sugieren que no deberíamos castigarlo para unificar el país. Ese es el clímax de la estupidez", señaló.

Richmond dijo que durante el primer juicio político de Trump, los republicanos dijeron que el Congreso no necesitaba acusarlo "porque aprendió la lección".

Los demócratas impulsan un segundo intento para destituir a Donald Trump

"En pocas palabras, se los dijimos", dijo.

"Somos responsables por no hablar antes"

Diez representantes republicanos votaron a favor de iniciar un procedimiento de destitución contra el presidente, a diferencia del primer juicio político en contra, cuando ningún miembro de la bancada lo hizo.

El representante republicano Dan Newhouse explicó por qué votará a favor de acusar a Trump y dijo: "No hay excusa para las acciones del presidente Trump".

"Otros, incluido yo mismo, somos responsables de no hablar antes, antes de que el presidente informara mal y enardeciera a una turba violenta", dijo el representante del estado de Washington.

Newhouse dijo que Trump no actuó para detener la insurrección en el Capitolio.

"No hay excusa para las acciones del presidente Trump. El presidente juró defender la Constitución contra todos los enemigos, extranjeros y nacionales. La semana pasada, hubo una amenaza doméstica en la puerta del Capitolio y no hizo nada para detenerla. Por eso, con el corazón apesadumbrado y la resolución clara, votaré a favor de estos artículos de juicio político", dijo.

Además de Newhouse, los republicanos que votaron a favor del impeachment a Trump son: Dan Newhouse of Washington John Katko, de Nueva York; Jamie Herrera Beutler, de Washington; Fred Upton, de Michigan; Liz Cheney, de Wyoming; Peter Meijer, de Michigan; Anthony Gonzalez, de Ohio, y Tom Rice de Carolina del Sur.

"Quieren cancelar al presidente"

A pesar de haber perdido parte del apoyo de su partido, Trump fue defendido por varios republicanos, con llamados a la unidad y acusando a sus contrapartes demócratas

"Siempre ha sido sobre despedir al presidente sin importar nada. Es una obsesión, una obsesión que ahora se amplía", dijo el representante Jim Jordan. "Detenganse y piensen en ello. ¿Tiene la Primera Enmienda alguna función cuando la cultura de la cancelación solo permite que un lado hable? ¿Cuando ni siquiera puedes tener un debate en este país?".

Sin embargo, no todos los republicanos que rechazaron el juicio de destitución defendieron a Trump. Debbie Lesko, representante por Arizona, dijo que no encontraba el punto de traer de destituir a un presidente al que solo le queda una semana en el poder.

"Escuché a mis colegas del otro lado del pasillo decir que tienen que acusar al presidente porque es demasiado peligroso para permanecer en el poder. Sin embargo, saben que es imposible que el Senado lo destituya antes de que expire su mandato. Así que ¿cual es el punto?"

El líder de la minoría republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, dijo que el presidente es responsable por el ataque al Capitolio de la semana pasada, pero que someterlo a un juicio político “sería un error”.

"El presidente es responsable del ataque del miércoles (6 de enero) al Congreso por parte de los alborotadores. Debería haber denunciado inmediatamente a la turba cuando vio lo que se estaba desarrollando. Estos hechos requieren una acción inmediata del presidente Trump", dijo McCarthy, quien llamó al ataque "antidemocrático, antiestadounidense y criminal".

Sin embargo, el representante republicano aseguró que destituir a Trump solo dividiría al país y llamó al Congreso a enfocarse en unir a los estadounidenses.

El representante por Texas Chip Roy condenó la conducta de Trump como digna de un juicio de destitución, pero urgió a los legisladores a rechazar el articulo de impeachment presentado por el liderazgo demócrata, pues pone en riesgo la libertad de discurso de los congresistas y los estadounidenses.

Pero Roy luego instó a sus colegas a rechazar el artículo de juicio político que se está considerando, diciendo que son "defectuosos e insostenibles" porque acusar a Trump por su retórica podría representar un peligro para la libertad de expresión de los legisladores.

"El presidente de los Estados Unidos merece una condena universal por lo que fue claramente, en mi opinión, una conducta impugnable", dijo Roy, hablando desde la Cámara."Era previsible e imprudente servir a una creencia falsa que conducía a la violencia y a los leales partidarios de los disturbios llevados a un frenesí".

El martes, el vicepresidente Mike Pence descartó definitivamente la otra amenaza que pesaba sobre el final del mandato de Trump, al negarse a invocar la Enmienda 25 de la Constitución, que le habría permitido destituir al mandatario saliente declarándolo no apto para ejercer su cargo.

Pese a ese rechazo, la Cámara de Representantes aprobó una resolución simbólica para pedirle que invocara esa enmienda.

A pesar del apoyo de algunos congresistas muy leales, el mandatario está más aislado que nunca tras una serie de dimisiones en su gobierno.

Según el New York Times y CNN, el líder republicano del Senado, Mitch McConnell, aliado clave de Trump los últimos cuatro años, ve con buenos ojos un impeachment porque podría librar al partido de Trump, a quien culpó por dos derrotas en la segunda vuelta de elecciones senatoriales hace una semana en Georgia, tras las cuales los republicanos perderán la mayoría en la Cámara Alta.

Ningún republicano de la Cámara de Representantes apoyó la acusación contra Trump en su anterior juicio político en diciembre de 2019, y sólo un senador del partido, Mitt Romney, votó para condenarlo.

Al salir de Washington el martes por la mañana, Trump había calificado de "totalmente ridículo" el juicio político que impulsan los demócratas, afirmando que generaba "una ira inmensa" en todo Estados Unidos.

Con información de AFP