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EU volverá al Acuerdo de París, ¿qué hará Biden para cumplir sus compromisos?

Uno de los primeros compromisos del presidente estadounidense es frenar la construcción del oleoducto Keystone XL, un proyecto avalado por el primer ministro canadiense Justin Trudeau.
sáb 23 enero 2021 09:14 AM
Compromiso climático
"Vamos combatir el cambio climático como jamás lo habíamos hecho hasta ahora", dijo Biden en el Salón Oval de la Casa Blanca solo unas horas después de asumir sus funciones.

En una de sus primeras acciones en la Casa Blanca, el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó un decreto para que su país regrese al Acuerdo de París para el Cambio Climático. El proceso de salida, que le costó tres años a su predecesor, Donald Trump, quedará revertido en 30 días.

Fueron varios los líderes que celebraron este gesto del presidente electo, que marca una diferencia diametral con su predecesor, quien en más de una ocasión despreció la gravedad de la crisis climática, a pesar de que su país ha empezado a sufrir las consecuencias, en forma de huracanes e incendios.

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El secretario general de la ONU Antonio Guterres saludó "calurosamente" ese anuncio y lo instó a proponer nuevos y "ambiciosos" objetivos climáticos. "Welcome back" (bienvenido de nuevo) dijo de su lado el presidente de Francia Emmanuel Macron al felicitar a Biden por su investidura.

"Vamos combatir el cambio climático como jamás lo habíamos hecho hasta ahora", dijo Biden en el Salón Oval de la Casa Blanca solo unas horas después de asumir sus funciones.

Sin embargo, el regreso al acuerdo parisino, que fue impulsado por el ex presidente Barack Obama, es solo el primer paso que el gobierno de Biden tendrá que dar si quiere cumplir con su compromiso medio ambiental, después de un año que alcanzó temperaturas récord.

Además de la firma de su regreso al Acuerdo de París, Biden también firmó el viernes un memorando que cancelaba varias de las acciones en materia ambiental impulsada por Trump, quien relajo muchas de las regulaciones ambientales de Estados Unidos.

Entre las acciones destaca detener la construcción del oleoducto Keystone, algo que puede constarle choque con el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau.

Desmontar el oleoducto Keystone XL, que conecta las arenas bituminosas de Alberta con las refinerías de las costas de Texas fue una promesa electoral de Biden como forma de contribuir a frenar el cambio climático.

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Ese proyecto, apoyado por Ottawa, fue lanzado en 2008 y detenido por primera vez por Barack Obama quien invocó la defensa del medioambiente. Pero Trump lo revivió por razones económicas.

"Saludamos el compromiso del presidente de luchar contra el cambio climático pero estamos decepcionados por su decisión sobre el proyecto del Keystone XL", dijo Trudeau horas después de haber felicitado a Biden.

Este viernes, Biden y Trudeau sostuvieron su primera llamada telefónica desde que el estadounidense ocupó la presidencia, en la cual el canadiense reiteró su decepción por la decisión de cancelar el oleoducto.

“El primer ministro subrayó la importancia económica y los beneficios para la seguridad energética de nuestra relación energética bilateral así como su apoyo a los trabajadores” del sector, de acuerdo con un comunicado del gobierno de Canadá.

Durante la misma llamada, “el primer ministro y el presidente reiteraron la urgente necesidad de una acción ambiciosa contra el cambio climático, reafirmando su compromiso con el Acuerdo de París y acordaron trabajar juntos” en alcanzar la neutralidad de emisiones, impulsarlos vehículos cero emisiones, la transmisión fronteriza limpia de electricidad y del Ártico.

Recuperar la credibilidad, el reto de Biden

Después de cuatro años de presidencia de Donald Trump, los expertos consideran que el demócrata deberá restaurar la credibilidad de Estados Unidos en el escenario internacional proponiéndose objetivos concretos con miras a lograr la neutralidad de carbono para 2050.

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Para ello, Biden planea reunir a los líderes de los países más contaminantes para una cumbre donde pretende convencerlos de hacer más ambiciosos sus compromisos medioambientales.

Este viernes, el enviado especial presidencia para el clima de Estados Unidos, el ex secretario de Estado John Kerry, dio los primeros pasos en esa dirección al mantener una conversación con el on el alto representante comunitario de política exterior, Josep Borrell, y varios ministros de Exteriores de la UE.

Según informó en un comunicado el ministro de Exteriores de Dinamarca, Jeppe Kofod, el encuentro fue la primera reunión de Kerry con diplomáticos europeos desde que el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó una orden ejecutiva para que su país vuelva a ingresar en el Acuerdo de París.

"Ha sido muy positivo sentarse cara a cara con John Kerry sabiendo que Estados Unidos está regresando a la lucha contra el cambio climático. Estoy expectante ante la cooperación en el futuro. sin los Estados Unidos como un actor activo nunca alcanzaremos los objetivos del Acuerdo de París", señaló.

"Hemos echado de menos a Estados Unidos estos últimos cuatro años. Espero que juntos podamos trabajar por una transición verde que sea socialmente justa", agregó el ministro danés.

El vicepresidente de la Comisión Europea (CE) a cargo del Pacto Verde Europeo, Frans Timmermans, destacó este viernes el impulso internacional "fuerte" que la nueva administración de Joe Biden en Estados Unidos supone para llevar adelante una "ambiciosa" acción climática "en interés de la humanidad".

"El impulso internacional es fuerte. Juntos podemos convencer a más países de que una ambiciosa acción climática en la COP26 en Glasgow es en interés de la humanidad", escribió Timmermans en su cuenta de la red social Twitter, en alusión a la cumbre climática que se celebrará este año en la ciudad escocesa.

"Después de nuestra primera charla de ayer", la reunión con Kerry este viernes fue "un gran encuentro" de nuevo, señaló el responsable del Pacto Verde Europeo.

"Es importante que Estados Unidos demuestre que está decidido, y especialmente en casa", dijo David Waskow, del World Resources Institute, un centro que aboga por que Estados Unidos establezca una reducción del 45% al 50% en las emisiones totales de gases de efecto invernadero para 2030 respecto de los niveles de 2005.

Existen muchas medidas al alcance de Biden para reparar el daño ambiental causado por su predecesor.

Puede, por ejemplo, restaurar reglamentaciones a las emisiones de gases contaminantes eliminadas por Trump y fijar nuevas normas como la protección del 30% de las tierras y aguas estadounidenses gradualmente hacia 2030.

Una recuperación verde

El presidente presentará el mes que viene al Congreso su plan de 20,000 millones de dólares para el clima que supuestamente apunta a aplicar normas verdes duraderas en el corazón de la mayor economía del planeta.

Biden prometió "hacer frente a la crisis climática, construir una economía basada en energía limpia, atacar las injusticias ambientales y crear millones de empleos bien remunerados".

Las medidas son muy similares al green new deal o "nuevo pacto verde" defendido por el ala progresista del Partido Demócrata.

Y es allí donde las cosas corren el riesgo de complicarse: el Partido Demócrata ejercerá un control muy frágil en el Senado y puede tener que hacer frente a posiciones contrarias y protestas.

"El desafío será reunir a los republicanos en torno a un proyecto de infraestructura de energía limpia que pueda reducir significativamente las emisiones estadounidenses", dijo a la AFP Paul Bledsoe, asesor climático del expresidente Bill Clinton y experto del Progressive Policy Institute.

Pero incorporar plenamente la acción climática a la forma en que se construye la economía es lo que la convertirá en una agenda "sostenible", dijo Waskow.

Los desafíos políticos y técnicos son importantes, y Biden estará bajo presión para no reducir demasiado rápido los combustibles fósiles, especialmente el gas natural, que ha ayudado a Estados Unidos a bajar las emisiones durante una década y que es considerada una energía de transición esencial.

Pero también la nueva política ambiental llega cuando el cambio climático muestra registros récord, y buena parte de la opinión pública estadounidense quiere ver acciones inmediatas.

Una encuesta posterior las elecciones y publicada la semana pasada por un programa de la Universidad de Yale mostró que la mayoría de los votantes de ambos partidos apoya las políticas para reducir la contaminación por carbono y promover la energía limpia.

El 53% de los electores cree que el calentamiento global debe ser una "prioridad importante" o "muy importante" para el presidente y el Congreso, y dos tercios ven el desarrollo de fuentes de energía limpia como una prioridad "alta" o "muy alta”.

Con información de AFP y EFE

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