El pasado 29 de enero, a raíz de los retrasos en la producción y entrega de vacunas, la Comisión Europea decidió controlar las exportaciones de los laboratorios estableciendo solicitudes de autorización para el envío de fármacos fuera de la zona comunitaria.
Ya vacunaron al 70% de la población adulta en la Unión Europea
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, encargado de conseguir las vacunas procedentes del exterior, habló entonces con el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, a quien le expresó "preocupación" sobre esta decisión.
La Delegación de la UE en México subrayó este martes que "hasta la fecha se han autorizado todas las solicitudes de exportación realizadas a terceros países" y garantizó que "en el futuro se seguirá trabajando para procesar de forma rápida las solicitudes de autorización".
Además, recordó que se ha excluido de este control al mecanismo COVAX, una iniciativa multilateral de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para el suministro equitativo de vacunas entre países.
"México reconoce la decisión de la Unión Europea de facilitar los envíos de vacunas contra el COVID-19 a nuestro país y a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños", respondió este martes Ebrard en redes sociales.
El gobierno mexicano anunció este martes que la farmacéutica Pfizer reanudará el próximo 15 de febrero el envío semanal de su vacuna desde su planta en Bélgica tras suspender la distribución durante tres semanas.
México fue uno de los primeros países en iniciar la aplicación del fármaco de Pfizer y BioNTech el 24 de diciembre, pero hasta ahora solo ha recibido 766,350 dosis, lo que impidió su meta de inmunizar a todo el personal médico de primera línea con 1.4 millones de unidades en enero.
El país, de 125 millones de habitantes, tiene acuerdos de precompra para 34.4 millones de dosis de Pfizer, 77.4 millones de la británica AstraZeneca, 35 millones de la china CanSino, 24 millones de la rusa Sputnik V y 51.5 millones de la plataforma Covax.