Este lunes, el Instituto Serum anunció que priorizará la fabricación de vacunas contra el COVID-19 para el consumo local y después lo hará con las dosis que exportará a otros países.
En un caso similar, Indonesia, con sus 268 millones de habitantes, solo ha garantizado el suministro de 190 millones de dosis.
En el otro extremo Canadá, que al 2019 contaba con 35.59 millones de habitantes, cuenta con dosis suficientes para vacunas a 169 millones de personas, es decir casi cinco veces más que su población total.
Algunos países miembros de la Unión Europea, como Alemania, han hecho acuerdos individuales con las farmacéuticas, a pesar de que el bloque ya ha pactado la compra de más de 2,000 millones de dosis, más que suficientes para vacunar sus 446 millones de habitantes.
En América Latina, Chile ha garantizado la compra de 88.4 millones de dosis de vacunas, aunque solo cuenta con una población de 18.7 millones de personas. El país sudamericano es el que lleva el mayor avance de vacunación en la región, pues 12.4% de sus habitantes ya han recibido al menos la primera dosis de la vacuna, de acuerdo con Our World in Data.
Otros datos que muestran la desigualdad
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió este miércoles sobre esta desigualdad en el reparto de vacunas. "Esto puede prolongar la pandemia de forma significativa, permitiendo que el virus vuelva a asolar el norte global”, dijo el secretario general de la ONU, Antonio Guterres.
Guterres recordó que "solo 10 países han administrado el 75% de todas las vacunas contra el COVID-19. Mientras tanto, más de 130 países no han recibido ni una sola dosis”.