Biden pronunció un discurso solemne después de que el país quedara conmocionado por la masacre en la que murieron diez personas, el segundo tiroteo masivo en Estados Unidos en una semana, lo que atizó el debate sobre un mayor control a la tenencia de armas.
El mandatario llamó desde la Casa Blanca a prohibir los fusiles de asalto y los cargadores de alta capacidad y pidió al Congreso que legisle. "Esto no debería ser un tema partidista. Es un tema estadounidense”, aseguró.
Biden dijo que, aunque todavía se desconocen los detalles exactos sobre los motivos del sospechoso y el tipo de armas que usó, no quería "esperar otro minuto, ni otra hora, para dar pasos que son de sentido común y que salvarán vidas en el futuro”.
El autor señalado por el tiroteo ocurrido en un supermercado —que está hospitalizado— fue identificado como Ahmad Alissa. Su condición es "estable" y debe ser trasladado a prisión en poco tiempo, declaró la jefa de la policía de Boulder, Maris Herold, en una conferencia de prensa.
"Se le acusa de 10 cargos de asesinato en primer grado y en breve será trasladado a la cárcel del condado de Boulder", dijo.
Todavía se desconoce su motivación, según las autoridades. Todas las víctimas fueron identificadas y tenían edades comprendidas entre los 20 y los 65 años, dijo la misma fuente. El policía fallecido era padre de siete hijos, dijo Herold.