Pero esa nueva política no fue suficiente para reactivar la natalidad en caída libre por varias razones.
En 2020, la cifra de nacimientos cayó por cuarto año consecutivo, con 12 millones frente a los 14,65 de 2019, mientras que la tasa de fertilidad quedó en 1.3 hijos por mujer, por debajo del 2.1 estimado por Naciones Unidas para mantener una población estable.
Entre esos motivos por los cuales esta medida no fue bastó está la disminución de los matrimonios, el aumento del costo de la vivienda y la educación, la fertilidad más tardía de las mujeres que privilegian su carrera profesional, exceso del número de hombres en relación con las mujeres.
"Personalmente, no quiero hijos, ni siquiera uno", igual "entre mis amigas", dijo a la AFP una mujer de 27 años de la provincia de Zhejiang (este), que se identificó como Wendy.
El año pasado, el número de nacimientos cayó incluso a 12 millones, su nivel más bajo desde 1961.
Un estudio publicado a principios de este año por académicos de la Universidad de Hangzhou descubrió que la política de dos hijos favorecía a las parejas más ricas que ya tenían un hijo y eran "menos sensibles a los costes de la crianza", al tiempo que aumentaba los costes de la atención y la educación de los niños y desalentaba a los padres primerizos.
Tres hijos por familia, ¿y los incentivos?
El 31 de mayo de 2021, el Partido Comunista anunció que las familias podrán tener tres hijos, tres semanas después de que se publicara el censo decenal (2020) que puso de manifiesto un envejecimiento rápido de la población.