"Las esterilizaciones forzadas, los abusos sexuales en los campos, las desapariciones, las detenciones masivas, los trabajos forzados, la destrucción del patrimonio cultural, empezando por los lugares de culto, la puesta bajo vigilancia de la población, todo esto está probado", dijo el canciller ante el Senado francés.
Le Drian volvió a pedir que "una misión imparcial, independiente y transparente de expertos internacionales visite Xinjiang lo antes posible bajo la responsabilidad de la Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet".
También pidió a las empresas francesas que estuvieran "muy atentas" ante los riesgos de "graves violaciones de los derechos fundamentales" de los uigures en las fábricas chinas que los emplean.
Francia "tiene la intención de hacer respetar" el compromiso asumido por China de suscribir el convenio de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) contra el trabajo forzoso cuando concluyó el acuerdo de inversiones con la Unión Europea en diciembre, insistió el canciller.
El 24 de febrero, Le Drian había denunciado ya un "sistema institucionalizado de represión" por parte de China contra los musulmanes uigures durante una intervención ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
"De la región china de Xinjiang nos llegan testimonios y documentos concordantes que muestran prácticas injustificables contra los uigures y un sistema de vigilancia y represión institucionalizado a gran escala", dijo Le Drian entonces.
La embajada de China en Francia no tardó en responder en un tuit —sin citar directamente a Le Drian— en el cual deploró "la injerencia en los asuntos internos de otros bajo el pretexto de los Derechos Humanos".
"China se opone al uso del doble rasero para atacar y denigrar a otros países", recalcó la embajada en su cuenta de Twitter.
Con información de AFP y EFE