El acuerdo, del que no se han desvelado detalles económicos pero que se prevé que esté en torno al billón de dólares, se produce después de meses de negociaciones entre republicanos y demócratas, y deberá ser ratificado en el Congreso.
Según medios estadounidenses, este plan incluye más de 550,000 millones de dólares de nuevos gastos además de la reasignación de otros fondos, por un monto total de unos 950,000 millones.
En las negociaciones previas, el mandatario había rebajado el importe del plan, que ubicó en un primer momento en 2.3 billones de dólares, tras las críticas de los republicanos por considerarlo excesivo.
Biden indicó que el plan permitirá "la creación de millones de puestos de trabajo" en las labores de reconstrucción de puertos, aeropuertos, puentes y carreteras.
La senadora demócrata Kyrsten Sinema, una de las impulsoras de la propuesta, destacó ante los periodistas que todas las partes tuvieron que "ceder en algo para lograr algo".
Los demócratas cuentan con una ajustada mayoría en el Senado, por lo que necesitan al menos diez senadores republicanos para sacar adelante la legislación, algo que parece factible dado el amplio respaldo expresado este jueves.
Aunque esto representa un gran paso adelante, este acuerdo no marca el final de las discusiones. Dos líderes de la mayoría demócrata en el Congreso señalaron el jueves que el plan debe ir de la mano del desarrollo de otro gran proyecto de ley que incluiría otras prioridades de la administración de Joe Biden.
Biden había propuesto a finales de marzo invertir unos 2 billones de dólares en infraestructura durante ocho años, con el fin de crear "millones de puestos de trabajo" en Estados Unidos, para así seguir siendo el número uno de la economía mundial por delante de China, pero también para luchar contra cambio climático.
Por lo tanto, tras meses de debates, las negociaciones avanzan en dos vías paralelas. Por un lado, este plan de infraestructuras "tradicionales", puentes, carreteras, aeropuertos, y por otro lado irán las prioridades de Biden que los demócratas han denominado "infraestructura familiar" o “humana".
Con información de AFP, EFE y Reuters