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5 respuestas sobre la relación de las vacunas anticovid y los casos de trombosis

Los compuestos de AstraZeneca y de Johnson & Johnson están bajo sospecha por su presunta relación con algunos casos de trombosis en Europa y Estados Unidos.
mié 14 abril 2021 05:04 AM
Después de que se empezara a relacionar la vacuna de AstraZeneca con una atípica afección de coágulos sanguíneos, la de Johnson & Johnson, basada en la misma tecnología, es blanco de las mismas sospechas. Las autoridades sanitarias de Estados Unidos aconsejaron suspender la vacunación con el compuesto de Johnson and Johnson mientras se investiga la relación.
Tanto la vacuna de Johnson and Johnson como la de AstraZeneca fueron desarrolladas con la técnología de vector viral. Esta puede ser la razón de los efectos adversos.

Después de que se empezara a relacionar la vacuna de AstraZeneca con una atípica afección de coágulos sanguíneos, la de Johnson & Johnson, basada en la misma tecnología, es blanco de las mismas sospechas.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) de Estados Unidos detuvieron el 13 de abril de 2021 el uso de la vacuna Johnson & Johnson COVID-19 de una dosis que se ha administrado a 6.8 millones de personas en los Estados Unidos.

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La pausa se produce después de que las autoridades sanitarias estadounidenses detectaran seis casos adversos en seis vacunadas de entre 18 y 48 años, de las que una murió y otra se encuentra grave, tras haber desarrollado un tipo raro de trombosis cerebral.

Apenas el viernes, las autoridades estadounidenses indicaban no había establecida una relación causal entre la vacuna contra el COVID-19 de Johnson & Johnson y los casos de personas que sufrieron trombos sanguíneos.

"En este momento, no hemos encontrado ninguna relación causal con la vacunación y estamos continuando nuestra investigación y análisis de estos casos", indicó en un comunicado el regulador.

Las dos vacunas están basadas en la misma tecnología. Esto es lo que sabemos sobre los casos de coagulación.

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1. ¿Qué efectos se observaron?

En ambos casos, las sospechas nacieron después de detectar varios casos de trombosis en personas vacunadas.

No se trata de simples trombosis, como las flebitis, sino de afecciones muy inhabituales, en primer lugar por su localización: afectan las venas cerebrales y en menor medida, el abdomen, indicó el 7 de abril la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) sobre AstraZeneca.

Con la vacuna de Johnson & Johnson también se observaron "trombosis de los senos venosos cerebrales", subrayaron el martes las autoridades sanitarias de Estados Unidos, la FDA y los CDC.

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Estas patologías se presentan a la par con una caída del nivel de plaquetas sanguíneas, por lo que a la vez de coágulos sanguíneos, el paciente puede sufrir hemorragias.

En los casos de estos tipos de trombosis asociados con las vacunas, las plaquetas en la sangre, que son importantes para la formación de coágulos, han sido más bajas de lo normal.

"Si bien los investigadores no saben con certeza por qué esto es así, los recuentos de plaquetas podrían ser más bajos quizás porque se han utilizado para producir estos coágulos", señaló William Petri, médico de enfermedades infecciosas e inmunólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Virginia en The Conversation.

La EMA reconoció por primera vez el 7 de abril que estos problemas podían ser provocados por la vacuna de AstraZeneca.

En cambio, este vínculo todavía no se ha establecido formalmente con la vacuna de Johnson & Johnson, autorizada pero todavía no administrada en Europa bajo el nombre de Janssen.

2. ¿Por qué pasa esto?

Estos problemas podrían estar relacionados con la técnica de ambas vacunas de "vector viral". Esta se basa en tomar como soporte otro virus, que se modifica para que transporte en el organismo informaciones genéticas capaces de combatir el COVID-19.

Esta técnica ha sido utilizada por los científicos desde hace décadas para el desarrollo de vacunas. Los adenovirus son virus comunes que provocan enfermedades como el resfriado o la gripe.

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Ambas utilizan un adenovirus, un tipo de virus muy corriente. El de AstraZeneca es un adenovirus de chimpancé y el de Johnson & Johnson es uno humano. Estos virus no tienne nada que ver con el coronavirus y no se puede replicar ni causar una infección viral en el vacunado.

El virus SARS-CoV-2, que origina el COVID-19, cuenta con proteínas que emplea para entrar en las células: Esas sustancias son denominadas proteínas en pico por su forma y son el objetivo de las vacunas y de los tratamientos para la enfermedad.

La vacuna de J&J toma las instrucciones genéticas del virus para construir proteínas en pico, pero, a diferencia de los preparados de Pfizer y de Moderna, que almacenan esos datos genéticos en ARN monocatenario, es decir, de cadena sencilla, este suero usa ADN bicatenario (de doble cadena).

"Todo indica que se debe al vector adenovirus", explicó en Twitter Mathieu Molimard, especialista francés en farmacología, recordando que este tipo de problemas no se da con las vacunas de Pfizer/BioNTech y de Moderna, que utilizan la técnica de ARN mensajero.

Por ahora, se desconoce si estas patologías también se registran con otra vacuna que emplea adenovirus, la rusa Sputnik. Esta está autorizada en unos 60 países pero no en la Unión Europea ni en Estados Unidos. También la vacuna china desarrollada por el laboratorio CanSino es una vacuna de vector.

3. ¿Cuáles son los mecanismos?

Varios elementos apuntan a una reacción inmunológica desmesurada provocada por estas vacunas.

En un estudio publicado en línea el 28 de marzo, investigadores alemanes y austriacos establecieron un símil con otro mecanismo ya conocido.

El fenómeno "se parece clínicamente a la trombocitopenia inducida por heparina (TIH)", indicó el equipo de científicos liderado por Andreas Greinacher, de la Universidad de Greifswald.

La TIH es una reacción inmunitaria anormal, grave e inhabitual desencadenada en algunos pacientes por un medicamento anticoagulante, la heparina.

Es una "explicación plausible", valoró la EMA el 7 de abril, instando a efectuar nuevos estudios.

4. ¿Cuántas personas han sido afectadas?

Esta es la principal cuestión.

Según cifras de la EMA, a fecha de 4 de abril, se habían detectado 222 casos de trombosis atípicas tras 34 millones de inyecciones realizadas con AstraZeneca en los 30 países del Espacio Económico Europeo (UE, Islandia, Noruega, Liechtenstein) y Reino Unido. Con un saldo de 18 muertos hasta el 22 de marzo.

Las trombosis se produjeron "durante las dos semanas consecutivas a la vacunación", según la EMA.

En el caso de Johnson & Johnson, las autoridades estadounidenses registraron seis casos en mujeres de 18 a 48 años, entre estos un deceso, entre más de 6.8 millones de dosis administradas, y los síntomas aparecieron entre 6 y 13 días después de la inyección.

"Eso es aproximadamente la mitad de probabilidades que recibir un rayo en un año", dijo Petri. "Lo que se está determinando ahora es cuál es el número de antecedentes normal de casos que podríamos ver en la población general sin la vacuna como factor. Esto permitirá determinar si el problema de coagulación es un efecto secundario de la vacuna o no", añadió.

Pero, como sucede con todos los medicamentos, la clave está en ponderar los riesgos y los beneficios.

"Los beneficios globales de la vacuna en la prevención del COVID-19 pesan más que los riesgos de efectos secundarios", dijo la EMA respecto a AstraZeneca.

5. ¿Cuáles son los factores de riesgo?

De momento, la mayoría de casos con AstraZeneca se dieron en "mujeres menores de 60 años", según la EMA. Los seis casos detectados en Estados Unidos con Johnson & Johnson eran mujeres de entre 18 y 48 años.

Pero es demasiado temprano para sacar conclusiones. Por ahora, "no hemos identificado ningún factor de riesgo específico", dijo la EMA respecto a AstraZeneca.

Después de la primera oleada de suspensiones, a mediados de marzo, algunos países decidieron dejar de utilizar la vacuna por debajo de una determinada edad: 30 años en Reino Unido, 55 años en Francia, Bélgica y Canadá; 60 en Alemania y Holanda, y 65 en Suecia y Finlandia.

"No solo tenemos una vacuna, tenemos varias. Por eso, me parece que tiene sentido reservar la de AstraZeneca a las personas mayores", declaró una viróloga de la Universidad Goethe de Fráncfort, Sandra Ciesek, a la revista Science.

Las autoridades del Reino Unido difundieron un gráfico que demuestra que el COVID-19 supone un riesgo para la salud seis veces mayor que la vacuna en edades comprendidas entre 20-29 años. Pero en la franja 60-69 años, el riesgo es 600 veces más importante.

Noruega y Dinamarca optaron por suspender totalmente el uso de la vacuna de AstraZeneca.

Sudáfrica, que ya había suspendido la vacunación con AstraZeneca, informó este martes que detendría la aplicación de la vacuna de Johnson & Johnson.

Con información de AFP y EFE

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