Manifestó su rechazo a la exclusión y reiteró su apoyo a la investigación que procura encontrar a los culpables del asesinato del presidente Jovenel Moïse el 7 de julio, con el fin de llevarlos ante la justicia.
"Queremos hacer un nuevo modelo de gobierno, transparente y sobre todo sin corrupción. Buscaremos el bienestar de la población. Porque la seguridad social y la lucha contra el desempleo son importantes", afirmó.
Henry reveló que esta semana había mantenido varias reuniones con la comunidad nacional. Prometió seguir dialogando con los actores haitianos para alcanzar un amplio consenso que permita gobernar de manera pacífica y organizar "buenas elecciones".
Se ha reunido con actores del sector económico, seguirá reuniéndose con actores políticos, y en los próximos días tendrán lugar otras reuniones.
"Las discusiones son difíciles pero constructivas. El diálogo sigue siendo la palabra clave para todas las acciones que mi Gobierno emprenderá para reconciliar a la nación haitiana", dijo.
El referéndum y las elecciones presidenciales, legislativas y municipales previstas para el 26 de septiembre se mantienen hasta ahora, mientras que, según la oposición política, no se dan las condiciones para que se celebren elecciones en el país.
Desde julio de 2018, la crisis política, económica y social de Haití se ha agravado. Esta situación está marcada por la multiplicación de las protestas antigubernamentales, los ataques armados, el aumento asombroso de los casos de secuestro, las violaciones, los robos y las masacres de la población civil.
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El asesinato del presidente Jovenel Moïse en su residencia el 7 de julio agravó esta crisis. Desde ese día, Haití no tiene presidente y no lo tendrá hasta la organización de las elecciones generales en el país, por lo que será gobernado únicamente por un primer ministro cuya misión principal es organizar las elecciones.