El presidente Iván Duque anunció el envío a Haití de una misión de inteligencia de la policía y agentes de Interpol para ayudar a esclarecer el asesinato de Moise que agravó la crisis política y de seguridad en la nación más pobre de América.
Manuel Antonio Grosso, detenido por el magnicido, es uno de los "militares mejor preparados del ejército colombiano" a sus 40 años, de acuerdo con el diario El Tiempo.
En su perfil en Facebook, el hombre publicó el 6 de junio 17 fotografías en las que se le ve posando en diferentes lugares turísticos de República Dominicana, como el palacio presidencial en Santo Domingo.
Otro de los capturados es Francisco Eladio Uribe, quien según su esposa salió del ejército en 2019 tras 20 años de servicio como soldado profesional.
El ex escolta y conductor fue reclutado por una supuesta empresa de seguridad que le ofreció viajar a otros países como guardaespaldas de familias poderosas, aseguró Yuli, la mujer que se identificó como la pareja del ex militar detenido en Haití.
En diálogo con W Radio, dijo que su esposo fue contactado por un hombre de apellido Capador, uno de los mercenarios muertos por las fuerzas haitianas tras el magnicidio. "Inicialmente la empresa les ofreció 2.700 dólares mensuales", señaló.
Según su versión, Uribe la llamó el jueves por WhatsApp para decirle que él y sus compañeros "estaban resguardados que porque los estaban buscando". "Él no entendía muy bien lo que estaba pasando (...), fue una conversación muy vaga", sostuvo.
"Lo que queremos es la verdad. Colombia es muy robusto en tema investigativo (...) debemos cooperar en unidad para que nuestros pueblos no estén padeciendo de esos actos bárbaros", dijo a la AFP el embajador de Haití en Bogotá, Jean Mary Exil.
Taiwán informó este viernes que 11 presuntos miembros del comando que asesinó a Moïse irrumpieron en su embajada en Puerto Príncipe en un ,intento de huir, pero fueron detenidos por la policía.
La inestable situación de Haití tras la muerte de Moïse
La ciudad de Puerto Príncipe parecía tranquila el jueves por la mañana mientras la policía rondaba las calles del vecindario de Pelerin, mientras los operativos para dar con los responsables del asesinato de Moïse continuaban.
Tiendas, bancos, puestos de gasolina y pequeños comercios cerraron sus puertas.
El aeropuerto de Puerto Príncipe fue cerrado al igual que la frontera con República Dominicana. Un duelo nacional de dos semanas fue decretado.
Todos están en alerta y tratan de entender cómo pudo ocurrir el magnicidio. "¿Dónde estaban los policías bien equipados que vigilan al presidente día y noche? ¿Por qué no reaccionaron?", se preguntó Julia, una abogada de 28 años.
La muerte de Moïse ha generado confusión ahora sobre quién es el líder legítimo del país de 11 millones de habitantes, que comparte la isla La Española con República Dominicana.
A las interrogantes sobre la búsqueda de los autores del ataque se suman las referentes al futuro del país; empezando por su gobernanza.
Eso no presagia nada bueno en una nación que ha luchado por lograr la estabilidad desde la caída de la dictadura dinástica de Duvalier en 1986, lidiando con una serie de golpes de Estado e intervenciones extranjeras.