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Las medidas contra el COVID-19 de Melbourne desatan protestas violentas

La segunda mayor ciudad de Australia ha vivido disturbios esta semana después de que el gobierno local anunciara que todos los trabajadores de la construcción debían estar vacunados.
jue 23 septiembre 2021 04:52 PM
Manifestantes contra las medidas anticovid se encuentran con la policia de Melbourne
Los líderes de los sindicatos de construcción denunciaron que las protestas haían secuestradas por activistas antivacunas.

Miles de personas, incluidos obreros y activistas antivacunas, han tomado las calles de Melbourne, Australia esta semana, para protestar contra las medidas anunciadas por el gobierno para frenar la propagación del COVID-19, incluida la vacunación obligatoria para los trabajadores de la construcción.

Las protestas han llevado a enfrentamientos de los manífestantes con la policía, que ha dispersado las protestas con gas pimienta, granadas de goma e incluso disparos al aire.

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¿Qué hay detrás de estas protestas? A continuación explicamos cómo se han desarrollado las manifestaciones de la última semana.

El largo confinamiento en Melbourne

Melbourne, la segunda ciudad más grande de Australia, lleva siete semanas de confinamiento estricto, mientras la ciudad lucha por frenar un brote de la variante Delta que se propaga rápidamente.

El estado de Victoria, cuya capital es Melbourne anunció que comenzará a desconfinar progresivamente a finales de octubre cuando administre la pauta completa al 70% de su población. En Australia, los gobiernos estatales tienen gran autonomía para decidir sus medidas para contener la pandemia.

Sin embargo, la meta parece un poco alejada, pues hasta el miércoles Australia solo había vacunado completamente al 38.8% de su población, más un 21% que ha recibido la primera dosis de su esquema, de acuerdo con Our World in Data.

Victoria informó de 628 nuevos casos de COVID-19 en el estado el miércoles.

Varios focos de contagios en Victoria están relacionados con obras de construcción, donde se dice que las medidas de contra el COVID-19 son poco estrictas.

Estudiantes mexicanos protestan contra regreso a clases presenciales sin vacunas

Para contrarrestar los contagios en estos centros de trabajo, el gobierno de Victoria anunció el jueves 16 de septiembre que a partir del viernes 24 de septiembre todos los trabajadores de la construcción debían presentar a sus empleadores evidencia de haber recibido al menos la primera dosis de la vacuna para el COVID-19, una prueba de una cita para recibir la primera dosis antes del 2 de octubre o una excepción médica de un médico autorizado.

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El gobierno estatal también anuncio nuevas reglas para los sitios de trabajo, que incluyen el cierre de las cafeterías y la prohibición del consumo de alimentos o bebidas en interiores.

Protestas contra las medidas de restricción

Australia, que ha seguido una estrategia de confinamientos y restricciones estrictas para controlar la pandemia, ha vivido varias manifestaciones contra las medidas de la COVID-19 desde el año pasado.

La Policía australiana y algunos manifestantes protagonizaron este sábado choques en una protesta organizada en la ciudad de Melbourne contra las restricciones impuestas por el COVID-19.

En varias ciudades australianas se han organizado marchas contra las medidas restrictivas en el marco de una iniciativa mundial organizada el sábado en varios países para exigir el fin de las restricciones por la pandemia.

En Melbourne, los manifestantes vulneraron la prohibición de reuniones públicas ante al aumento de los contagios del COVID-19, lo que llevó a enfrentamientos con la policía.

Manifestaciones similares se produjeron en otras ciudades australianas como Sídney, Brisbane y Perth.

El lunes, la policía dispersó una manifestación de trabajadores de la construcción contra la campaña de vacunación después de que la protesta se tornará violenta.

Debido a los disturbios y el aumento de los contagios, las autoridades anunciaron el cierre durante dos semanas de las obras de la construcción en Melbourne y otras localidades vecinas en el estado de Victoria, según informó la Asociación de Constructores de Victoria en un comunicado.

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El cierre de estas obras deja a decenas de miles de personas sin trabajo.

Al justificar la medida, el ministro del Tesoro de Victoria, TIm Pallas, explicó el martes que en la mitad de las obras de construcción que han sido inspeccionadas se han detectado violaciones a las órdenes anticovid y por lo tanto suponían "una amenaza a la salud pública en los términos más dramáticos".

Los trabajadores de la construcción se manifestaron ante la sede del Sindicato de la Construcción, Forestal, Marítimo, Minería y Energía (CFMEU, siglas en inglés) en Melbourne para protestar contra la obligatoriedad de las vacunas. En el lugar se produjo un enfrentamiento violento entre algunos trabajadores y sindicalistas, lo que dio lugar a la intervención de la policía para disolver la protesta.

En un comunicado, el CFMEU señaló que "neonazis y otros grupos de extrema derecha" se infiltraron en la multitud y que "está claro que los miembros reales del sindicato que participaron eran una minoría”.

El sindicato condenó la violencia y criticó las "acciones de los extremistas y de aquellos manipulados por los extremistas".

El Grupo de Sindicatos de la Construcción de Victoria (BIGUS, siglas en inglés) criticó a las autoridades por sus regulaciones "poco realistas" en relación a las vacunaciones. BIGUS aseguró que el sector habría alcanzado un alto nivel de vacunaciones de "manera voluntaria" y criticó el exceso de rigor de las autoridades.

¿Disturbios de trabajadores o de la ultra derecha?

La policía antidisturbios de Melbourne utilizó el martes gas pimienta, porras de espuma y granadas de goma para dispersar una violenta protesta contra la vacunación obligatoria contra el COVID-19 para los trabajadores de la construcción.

62 personas fueron detenidas durante la protesta.

Más de 1,000 manifestantes con botas de trabajo y chaquetas fosforecentes recorrieron el centro de la segunda ciudad más grande de Australia, encendiendo bengalas, lanzando botellas, atacando coches de policía y coreando su oposición a las vacunas y a las restricciones de cierre.

Durante horas, los manifestantes que se oponían a las medidas se enfrentaron a la policía, ignorando los llamamientos por megáfonos para que se marcharan y la advertencia final de que "no se harían más advertencias”.

La policía de Victoria desplegó un fuerte operativo antidisturbios en Melbourne para controlar al enjambre de manifestaciones que causaron caos en el tráfico, encendieron bengalas, arrojaron botellas y objetos contra los agentes.

Varios periodistas fueron agredidos, entre ellos un reportero de televisión que fue golpeado en la cabeza con una lata en directo, poco después de otro incidente en el que fue rociado con orina.

Los líderes sindicales denunciaron las protestas, diciendo que habían sido secuestradas por activistas antivacunas. En los foros de las redes sociales en los que habitualmente aparecen conspiraciones antivacunas, se instó a los seguidores a asistir, a "traer amigos" y a "llevar ropa de trabajo”.

El legislador de Melbourne y ex líder sindical Bill Shorten dijo al canal 9 que si bien entiende que exista oposición a la vacuna en algunos casos y una frustración generalizada por los confinamientos, sus fuentes le han informado de que las protestas han sido dominadas por la extrema derecha.

"Hay una red de nazis de la derecha dura..., personas que sólo quieren causar problemas, bebé-hombres que quieren quejarse de la vacunación", afirmó el también ex líder del Partido Laborista Australiano.

Los manifestantes, corearon "fuck the jab" ("que se joda la vacuna") y ondearon banderas de Donald Trump 2020, de acuerdo al canal 9 de la televisión australiana.

Al justificar la medida, el ministro del Tesoro de Victoria, TIm Pallas, explicó hoy que en la mitad de las obras de construcción que han sido inspeccionadas se han detectado violaciones a las órdenes anticovid y por lo tanto suponían "una amenaza a la salud pública en los términos más dramáticos”.

Unas 300 personas se congregaron este miércoles alrededor del Santuario de la Memoria, en el centro de Melbourne, según las primeras estimaciones de las autoridades, frente a los miles que tomaron las calles a principios de semana.

Desde primera hora la Policía actuó de manera preventiva contra grupos de participantes al proceder al arresto de las personas que no aportaban suficientes razones para justificar su presencia en las calles, recoge el canal público ABC.

Algunos de los manifestantes se resistieron a la detención y provocaron pequeños altercados con las autoridades, recoge el medio.

El primer ministro, Scott Morrison, quien se encuentra en Estados Unidos para asistir a la Asamblea General de la ONU, dijo "estar muy preocupado" por el "comportamiento inaceptable" durante las protestas y recordó que las medidas implementadas se han mostrado efectivas para frenar la propagación del virus.

Hasta esta jueves, Australia ha registrado 92,179 casos de COVID-19, 444,338 en los últimos 28 días, y 1,196 muertes por la enfermedad, de acuerdo con la Universidad Johns Hopkins.

Con información de AFP y EFE

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