"Creo que tenían todas las razones para saber que teníamos profundas y graves reservas sobre el hecho de que las capacidades del submarino de clase Attack no respondían a nuestros intereses estratégicos y dejamos muy claro que tomaríamos una decisión en función de nuestro interés estratégico nacional", declaró en una rueda de prensa en Sídney.
Un hombre abofetea a Emmanuel Macron en una visita al sureste de Francia
El primer ministro australiano dijo que entendía la "decepción" del gobierno francés, pero afirmó que había planteado problemas con el acuerdo "hace algunos meses", al igual que otros ministros del gobierno australiano.
Morrison dijo que habría sido una "negligencia" seguir adelante con el contrato a pesar de que los servicios de inteligencia y de defensa de Australia le habían aconsejado que iría en contra de los intereses estratégicos del país.
"No me arrepiento de la decisión de anteponer el interés nacional de Australia. Nunca me arrepentiré", afirmó.
Más temprano, el ministro australiano de Finanzas, Simon Birmingham, insitió en que su país informó al gobierno francés "en la primera oportunidad posible, antes de que se hiciera público”.
Dijo a la televisora nacional ABC que "siempre iba a ser una decisión difícil" cancelar el acuerdo con Francia.
"No subestimamos ahora la importancia de (...) asegurar que reestablezcamos esos fuertes vínculos con el gobierno francés", agregó. "Su compromiso continuo en esta región es importante".
En declaraciones a Sky News Australia el domingo, el ministro de Defensa, Peter Dutton, dijo que su gobierno había sido "franco, abierto y honesto" con Francia acerca de sus preocupaciones sobre el acuerdo, que estaba por encima del presupuesto y con años de retraso.
"Nunca estuvimos al corriente de las intenciones australianas. Sus afirmaciones son inexactas", respondió su homóloga francesa, Florence Parly, durante un viaje oficial a Níger.
Con información de AFP, EFE y Reuters