Los drones, un arma polémica cada vez más usada en los conflictos armados

Hasta el 90% de las víctimas de los ataques estadounidenses con vehículos no tripulados en Afganistán no son los objetivos previstos, según informes de inteligencia filtrados.
A mediados septiembre, un vocero del Pentágono, el general Kenneth McKenzie, reconoció que la muerte de 10 civiles en Kabul se trató de un "trágico error”, posición que secundó el secretario de Defensa, Lloyd Austin.

El uso militar de drones o vehículos aéreos no tripulados (UAV, por la sigla en inglés de "unmanned aerial vehicle") está creciendo a un ritmo tan vertiginoso —y a menudo con consecuencias tan controvertidas— que hasta existe ya una organización no gubernamental global que pide su prohibición.

"En solidaridad con las luchas por la liberación política, cultural y económica en todo el mundo, somos una campaña de base internacional comprometida con la prohibición de los drones aéreos armados y la vigilancia con drones militares y policiales", se presenta el grupo.

Se trata de Ban Killer Drones (BKD), y su mensaje queda justificado porque, en efecto, los ataques con UAVs se viene registrando exclusivamente afuera de los países más desarrollados.

"Encubrimiento continuo"

Uno de los principales ejemplos que pone BKD es muy reciente: el golpe estadounidense con un dron en Kabul del 29 de agosto que, en lugar de alcanzar a una célula de ISIS-K, mató a 10 civiles, entre ellos siete niños.

A mediados del mes pasado, un vocero del Pentágono, el general Kenneth McKenzie, del Comando Central de las fuerzas norteamericanas (CENTCOM), reconoció que se trató de un "trágico error”.

Por su parte, el ministro de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, le hizo eco a McKenzie al pedir disculpas y asegurar que "nos esforzaremos por aprender de este horrible error", aunque no anunció medidas específicas.

Para la gente de BKD, las semanas que pasaron entre el ataque en Kabul y las declaraciones de Austin y McKenzie muestran los "esfuerzos" del Pentágono y el gobierno del presidente Joe Biden para "encubrir la verdad" sobre la matanza en la capital afgana.

Las tropas estadounidenses se retiran de Kabul sin poder evacuar a mas afganos

Se trató, aseguraron, de "simplemente un ejemplo del encubrimiento continuo de las atrocidades de los drones asesinos que han sido perpetradas por todas las administraciones estadounidenses desde el primer ataque" de este tipo, el 7 de octubre del 2001, cuando comenzó la campaña norteamericana en Afganistán.

Ahora, cuando se cumple el vigésimo aniversario del inicio de los bombardeos, y de esa guerra, Ban Killer Drones propone convertir esa fecha en un Día de Expiación por los crímenes cometidos durante la campaña en general, y con UAVs en particular.

El grupo recordó, además, los documentos clasificados que divulgó Daniel Hale, el ex analista de inteligencia de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos condenado a 45 meses de prisión por publicar esos secretos, según los cuales el gobierno estadounidenses "es consciente de que el 90% de las víctimas de los ataques con drones no son los objetivos previstos”.

Un negocio millonario

De todas maneras, es prácticamente un hecho que los drones militares no van a desaparecer. Y no solamente porque son consideradas una de las principales armas del futuro por comandantes en todo el mundo sino también porque representan un enorme negocio.

Un reporte de la consultora Fortune Business Insight asegura que el mercado de los drones militares alcanzará los 26,120 millones de dólares para el 2028, un crecimiento espectacular respecto de los 10,680 millones del año pasado.

Serán "factores como el aumento de las actividades de intrusión a lo largo de las fronteras y el aumento del gasto militar de varios países" los que "impulsen la demanda del producto durante el período de pronóstico", señala el informe.

Este crecimiento, precisó, está recostado sobre el aumento general de los gastos globales en defensa. En ese sentido, el reporte —difundido en julio de este año— cita números del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) según el cual hubo un alza del 7.2% en esos gastos a nivel mundial en el 2019.

Por ejemplo, en marzo de este 2021, el gobierno de China presentó su presupuesto de defensa para anual con gastos previstos por 209,200 millones de dólares. Para el año fiscal 2022, el gobierno de Biden pidió al Congreso la aprobación de 715,000 millones de dólares, un 1.6% más que los 703,700 de este año.

El estudio de Fortune Business Insight resalta también algunos elementos de la sofisticada trama de investigación y desarrollo tecnológico detrás de los sistemas de drones militares.

Algunos de los elementos detrás del auge de este tipo de armas, indicó el análisis, son los continuos avances científicos en campos diversos como la comunicación satelital y la inteligencia artificial.

En el primer caso, el reporte dice que este segmento de la industria militar tendrá "un crecimiento considerable respaldado por la creciente adopción de receptores de satélite controlados a distancia", parte de los sistemas de navegación satelital para vuelos de larga distancia.

Por el lado de la inteligencia artificial, pone como ejemplo las investigaciones para mejorar la puntería y la autonomía de los drones, como las que se llevaron a cabo el año pasado sobre los algoritmos desarrollados por la Defense Advanced Research Projects Agency (DARPA, Agencia de Proyectos de Investigación Avanzados de Defensa).

Los expertos de ese organismo del Pentágono confirmaron importantes ventajas de los UAVs sobre los pilotos humanos de los aviones de combate F-16 en materia de precisión durante una "competencia" desarrollada en una plataforma virtual, indicaron desde Fortune Business Insight.

"Se espera que los UAV estratégicos sean testigos de una mejora tecnológica masiva, una capacidad de resistencia superior, un mayor potencial de carga y de confiabilidad en los años futuros", añaden. Y completan afirmando que "la creciente demanda del arma indispensable en la gestión de batalla moderna está impulsando el crecimiento del mercado de vehículos aéreos no tripulados militares”.

Entre las principales empresas dedicadas al desarrollo y producción de drones se destacan algunas bien conocidas como las estadounidenses Northrop Grumman,Lockheed Martin y Boeing, las israelíes IAI y Elbit Systems, la sueca SAAB, la francesa Thales Group y la británica BAE Systems.

Dentro de este segmento de la industria bélica incluso ocurren algunos "milagros", como la cooperación entre países que alguna vez estuvieron en guerra.

A principios de este mes, un analista con base en Beirut aseguró que las industrias de defensa de Israel y Marruecos están planeando desarrollar juntas drones “kamikaze".

Conocidos también como "municiones merodeadoras", precisamente por la capacidad de acechar su objetivo durante horas hasta que lo puede atacar con los proyectiles que carga o directamente lanzándose contra el blanco para destruirlo, el gobierno marroquí estaría interesado en producir drones con Israel para utilizarlos contra su antiguo enemigo del Frente Polisario en el Sahara Occidental.