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¿Por qué ejercer el periodismo en Rusia y Filipinas se ha vuelto tan riesgoso?

Los periodistas Maria Ressa, de Filipinas, y Dmitri Muratov, de Rusia, obtienen el Nobel de la Paz por su esfuerzos para preservar la libertad de expresión en sus países. Esto enfrentan.
vie 08 octubre 2021 04:17 PM
La jefa del comité noruego del premio Nobel de la Paz, Berit Reiss-Andersen muestra en un celular las fotos de los laureados de 2021, los periodistas Maria Ressa y Dmitri Muratov.
Reesa y Muratov han sido reconocidos por el comité noruego que otorga el premio Nobel de la Paz “por sus esfuerzos para salvaguardad la libertad de expresión”.

El Nobel de la Paz 2021 irá para dos periodistas: la filipina Maria Ressa y el ruso Dmitri Muratov. Ambos han sido reconocidos por el comité noruego que otorga el premio “por sus esfuerzos para salvaguardad la libertad de expresión” en su países, “una condición previa para la democracia y la paz duradera”.

Filipinas y Rusia se han vuelto bajo el mando de sus actuales presidentes, Rodrigo Duterte y Vladímir Putin respectivamente, en un campo minado para el ejercicio del periodismo independiente, de acuerdo con diversas organizaciones que salvaguardan la libertad de expresión.

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Reporteros sin Frontera (RSF), por ejemplo, considero que el premio Nobel de la Paz para Ressa, fundadora del diario digital Rappler, y Muratov, director del periódico independiente Novaya Gazeta, es un “extraordinario” homenaje para el periodismo.

Conoce a los ganadores de los Premios Nobel 2021

“Este premio es un extraordinario homenaje al periodismo y un llamamiento a la movilización, porque esta década será absolutamente decisiva para el periodismo. Es un poderoso mensaje en un momento en el que las democracias están siendo socavadas por la difusión de noticias falsas y el discurso del odio”, dijo el secretario general de RSF, Christophe Deloire, de acuerdo con un comunicado.

Esto es lo que sabemos sobre la situación de la prensa en ambos países y por la cual la labor que realizan tanto Ressa como Moratov cobra más relevancia.

Filipinas: con un presidente en “guerra total” con la prensa

En 2020, cuatro periodistas fueron asesinado, presuntamente por secuaces al servicio de los caciques locales, que hicieron callar a los reporteros con total impunidad, denuncia la Clasificación Mundial de Prensa 2021 publicada por RSF. Este país del sureste asiático ocupa el puesto 138 de 180 países listados.

El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, ha hecho de la prensa independiente uno de sus peores enemigos. “El gobierno emplea diversos medios para presionar a los periodistas que se atreven a adoptar un tono ‘demasiado’ crítico con la política expeditiva del Punisher (Duterte) y su guerra contra la droga”, indica el documento.

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La llegada al poder de Duterte en 2016 mostró las debilidades de la democracia filipina. El poder se concentró en las manos del presidente, ya que los jueces que no siguen su línea son apartados y el Congreso avala todas las decisiones del ejecutivo, sin que haya un balance real de poderes.

El discurso ante la prensa independiente ha sido siempre hostil y lo demostró desde esu toma de posesión, cuando dijo esto:

“El hecho de que sean periodista no significa que vayas a escapas del asesinato si eres un hijo de puta”.

Lee

El presidente filipino, considerado por RSF como uno de los 20 depredadores a la libertad de prensa, cuenta con un amplio respaldo de la clase empresarial del país. Esto le ha permitido imponer su línea en los medios de comunicación que pertenecen a los magnates cercanos a su gobierno.

“Gracias a las confabulaciones que mantiene en todos los engranajes del Estado, el presidente Duterte cuenta con un arsenal que le permite librar una “guerra total” contra los periodistas: denuncia”, con herramientas como denuncias falsas por difamación, por evasión fiscal o por infringir.

En 2020, Filipinas volvió a utilizar el “etiquetado rojo o “catalogación comunista”, una práctica heredada de la Guerra Fría que consiste en estigmatizar a los periodistas que no siguen la línea del gobierno filipino y que equivale a señalárselos a la policía como un objetivo leígtimo de arresto arbitrario o de una ejecución sumaria.

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Justo Ressa y su portal informativo Rapple han sido víctimas de una campaña de acoso judicial iniciada por el gobierno de Duterte. Contra la periodista, que antes fue jefa del buró de CNN en el país, se han dictado al menos 10 órdenes de arresto. Se arriesga a que la condenen a una pena acumulada de 100 años de prisión.

"Nada es posible sin hechos", dijo Ressa, tras recibir la noticia del Nobel, e insistió en que "es el mejor momento para ser periodista”.

"Los momentos más peligrosos son también los momentos en los que es más importante" el trabajo de periodista, explicó en una entrevista online retransmitida por Rappler.

Ressa, que también tiene nacionalidad estadounidense, ya fue galardonada en abril con el Premio Mundial de la Libertad de Prensa Unesco/Guillermo Cano 2021, creado en memoria del periodista colombiano Guillermo Cano asesinado en 1986.

Otros de los blancos de Duterte es el Philippine Daily Inquirer, el diario de referencia del país. Fue cobrado en 2018 por un empresario cercano a Duterte y toda su redacción fue obligada a renunciar. Un objetivo más fue la principal red audiovisual de Filipina ABS-CBN, que en julio de 2020 perdió su licencia de emisión a manos de un Congreso controlado por el presidente.

Rusia: Vladimir Putin, un autoritario nacionalista

Vladimir Putin, en el poder en Rusia desde el año 2000, ha ido tomando cada vez mayor control de la prensa en Rusia. “El Kremlin se fue apoderando de todos los canales de televisión nacional, lo que expuso a los ciudadanos rusos a una avalancha de propagan”, indica el reporte de RSF sobre los depredadores de la prensa.

Rusia ocupa actualmente el puesto número 150 de la clasificación de Libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras, una posición más baja que el año anterior.

“La presión que padecen los medios de comunicación independientes no deja de aumentar desde que se registraron las grandes manifestaciones de 2011 y 2012: leyes liberticidas, asfixia y control de las principales publicaciones, bloqueo de sitios web informativos, cortes de la conexión a internet”, señala RSF.

La situación ha empeorado desde el regreso del activista opositor Alexéi Navalni, que fue encarcelada sol al dejar el avión. Los periodistas que cubren la situación del activista sufren de obstáculos para hacer sus trabajo, incluso violentos. Muchos periodistas han sido detenidos durante la cobertura de las protestas de este año.

Actualmente hay ocho periodistas rusos en `prisión: Alexandrer Valov, (2018), Remzi Bekirov (2019), Abdulmumin Gadjiev (2019), Rachid Maisigov (2019), Ivan Safronov (2020), Ian Katelevski (2020) , Aleksander Dorogov (2020) y Vladislav Yesipenko (2021).

Dimitri Muratov, galardonado con el Nobel de la Paz, es uno de los fundadores y jefe de redacción del periódico independiente ruso Novaya Gazeta, y "ha defendido desde hace décadas la libertad de expresión en Rusia en condiciones cada vez más difíciles”, destaco el jurado del Nobel.

Novaya Gazeta ha sacado a la luz "la corrupción, la violencia policial, los arrestos ilegales, el fraude electoral y las 'granjas de trolls'", señaló el comité, unos temas por los que ha pagado un alto precio: seis de sus periodistas fueron asesinados, entre ellos Anna Politkovskaya, muerta hace 15 años.

Muratov les dedicó el premio: "No puedo atribuirme el mérito. Es de Novaya Gazeta. Es de los que murieron defendiendo el derecho de la gente a la libertad de expresión", dijo.

"Habría votado por la persona por la que apostaban las casas de apuestas, y esa persona tiene todo el futuro por delante. Me refiero a Alexei Navalni", aseguró Muratov, sobre uno de los principales opositores rusos.

Tras el anuncio, el Kremlin saludó la "valentía" y el "talento" del reportero.

Con información de AFP

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