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Este es el caso de corrupción que tumbó a Sebastián Kurz del poder en Austria

El canciller del país europeo, uno de los líderes más jóvenes del mundo, es investigado por presuntamente usar fondos gubernamentales para asegurarse un tratamiento mediático favorable.
lun 11 octubre 2021 06:59 PM
El canciller de Austria, Sebastian Kurz, deja una sala después de dar un comunicado de prensa.
Precocidad, pragmatismo y agitación. Estas tres palabras resumen la carrera del que hasta hace poco era presentado como el "niño prodigio" de la política austríaca.

Sebastián Kurz renunció el sábado como canciller federal de Austria, investigado por un presunto caso de corrupción y luego de cuatro días intensos de crisis de gobierno. Este lunes, fue sustituido por su ministro de Exteriores, Alexander Schallenberg.

Una estrella entre los conservadores de Europa y conocido por su línea dura con la inmigración, Kurz, de 35 años, se convirtió en uno de los líderes más jóvenes del continente cuando asumió el cargo de canciller en 2017 al frente de una coalición con el Partido de la Libertad de extrema derecha.

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Ahora, deja por segunda vez el poder en Austria, aunque quizás no pase por mucho tiempo para que vuelva a tomar las riendas del país. Esto es lo que sabemos sobre su salida del gobierno austriaco.

Acusaciones de malversación y desfalco

El miércoles 6 de octubre, fiscales anticorrupción austriacos dijeron que investigan a Kurz y a otras nueves personas cercanas a él por sospechas de abuso de confianza, corrupción y soborno con varios niveles de participación.

La policía busca a los responsables prófugos del atentado en Austria

Los fiscales sospechan que a partir de 2016, cuando Kurz buscaba asumir el cargo de líder del partido, el Ministerio de Finanzas liderado por los conservadores pagó anuncios en un periódico a cambio de encuestas manipuladas y cobertura favorable al canciller.

Los fiscales sospechan que a partir de 2016, cuando Kurz buscaba asumir el cargo de líder del partido, el Ministerio de Finanzas liderado por los conservadores pagó anuncios en un periódico a cambio de encuestas manipuladas y cobertura favorable al canciller.

La acusación de la fiscalía anticorrupción se basa en una serie de mensajes de textos entre el canciller y sus colaboradores, incautados en el marco de otra investigación.

Algunos de estos mensajes fueron filtrados a la prensa y mostraron a un Kurz sin escrúpulos con aquellos dirigentes que obstaculizaban sus intereses.

"Seré capaz de aclararlo todo, estoy seguro", dijo Kurz, quien destacó que esos mensajes fueron escritos "bajo el impulso de ese momento”.

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"Soy solo humano, con mis emociones y con mis errores", se defendió.

Miles de personas se concentraron el jueves cerca de la sede del partido conservador en el centro de Viena para exigir la dimisión del primer ministro, con pancartas con proclamas del tipo "Contra la corrupción" o "Deberías avergonzarte".

¿Quién es Sebastian Kurz?

Precocidad, pragmatismo y agitación. Estas tres palabras resumen la carrera del que hasta hace poco era presentado como el "niño prodigio" de la política austríaca.

Nacido en 1986, hijo de un técnico y una profesora, Kurz siempre fue un hombre impaciente y su ascenso meteórico fue comparado al del presidente francés, Emmanuel Macron.

Con solo 24 años, ya fue elegido secretario de Estado, antes de terminar sus estudios de derecho, y con 27 años ya estaba al frente del ministerio de Relaciones Exteriores.

Con su llegada a la cancillería austríaca en diciembre de 2017, se convirtió en el dirigente más joven de Europa, con solo 31 años. Con su rostro juvenil y un tono tranquilo, logró ascender entre los barones conservadores del histórico partido austríaco ÖVP (su sigla en alemán).

Kurz, que dirigió la sección de jóvenes del ÖVP, supo renovar la imagen de los conservadores, en el poder sin interrupción desde 1987.

Además de la precocidad, otro aspecto característico de Kurz es su pragmatismo.

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Tras ganar sus primeras elecciones legislativas en octubre de 2019, decidió pactar con la formación ultraderechista FPÖ (su sigla en alemán) para obtener una mayoría parlamentaria y formar gobierno.

En una Austria próspera, pero desestabilizada por la llegada de migrantes, el joven dirigente propuso el cierre de fronteras y endurecer las condiciones de acceso al asilo.

Esa batería de medidas anti-migrantes, votada durante su primer mandato, y sus tensas relaciones con los medios lo convirtieron en un personaje polémico, con ciertas similitudes con su homólogo húngaro, Viktor Orban, al que consideraba el precursor del "puente" entre la derecha y la ultraderecha.

Kurz siempre reivindicó sus principios europeístas, pero prácticamente no corrigió las provocaciones de sus primeros socios del FPÖ, que perjudicaron la imagen de Austria ante sus socios de la Unión Europea.

Más escándalos en la carrera política de Kurz

El primer ejecutivo del joven canciller tuvo un final repentino en mayo de 2019 con el estallido del escándalo conocido como el Ibizagate, que salpicó a sus socios de la ultraderecha.

En ese caso de corrupción, el líder de la extrema derecha austríaca ofreció mercados públicos a cambio de apoyo electoral a una mujer que se hacía pasar por una oligarca rusa, según un video grabado con una cámara oculta.

El Ibizagate desembocó en una moción de censura contra el ejecutivo, la primera en la historia de Austria.

Pero esos hechos no impidieron a Kurz mejorar sus resultados en las legislativas celebradas a finales de septiembre de 2019.

Tras esos comicios, Kurz hizo toda una demostración de pragmatismo político y decidió un cambio radical de aliados. En enero de 2020, configuró su segundo ejecutivo pactando con los Verdes, una formación de centro-izquierda.

Pero solo un año después volvió a verse salpicado por un caso judicial. En mayo de este año, la fiscalía anunció la apertura de una investigación por sospechas de falso testimonio delante de una comisión parlamentaria. Entonces, negó cualquier error y se opuso a dimitir.

¿Kurz puede volver al poder en Austria?

¿Una caída en picado o un paso atrás táctico? A pesar de su renuncia, Kurz mantiene su influencia y ya sueña con regresar al poder, según los analistas, aunque su imagen ha quedado bastante debilitada.

El joven fue sustituido al frente del ejecutivo Alexander Schallenberg, hasta ahora el ministro de Relaciones Exteriores y uno de sus hombres de confianza.

"Es solo un reemplazante para Sebastian Kurz, que quiere asegurarse su vuelta", explica a la agencia AFP el politólogo Thomas Hofer, en un momento en que la prensa austríaca especula sobre el retorno a medio plazo del líder de los conservadores.

Kurz ahora liderará el grupo parlamentario del partido ÖVP (derecha), lo que le permitirá seguir influyendo en las acciones gubernamentales y mover hilos entre bastidores, según los expertos.

"Será omnipresente", destaca Patrick Moreau, director de investigaciones en el Centro Nacional de Investigación Científica (CNRS) francés. "Se mantiene en una posición de fuerza y aspira con volver al puesto de canciller”.

Ante estas especulaciones, Kurz desmintió el lunes que actúe como "un canciller en la sombra".

En el seno de los conservadores, se oyeron pocas voces críticas respecto al joven dirigente.

Los conservadores "corren el riesgo de perder algunos puntos en los sondeos, pero sin él aún sería peor", sostiene Hofer, quien recuerda que numerosos electores mantienen "un vínculo emocional fuerte" con Kurz.

El ÖVP domina la política austríaca liderando gobiernos de manera casi ininterrumpida desde 1987 y ahora "hará todo lo posible para no encontrarse en la bancada de la oposición", afirma este politólogo.

El retorno de Kurz, según Hofer, "dependerá de la evolución del aspecto judicial”.

Los mensajes filtrados del ex canciller edjaron de manifiesto "una moral dudosa y una frialdad que perjudicaron su imagen de joven superdotado y simpático", destaca Moreau.

La coalición actual, entre conservadores y verdes, "no debería durar mucho y los distintos partidos se preparan para unas nuevas elecciones", explica Moreau. En el caso de que se celebraran elecciones anticipadas, no hay ningún favorito en este momento, según los analistas.

Con información de AFP y EFE

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