China y Estados Unidos son los dos principales emisores de gases de efecto invernadero, responsables del calentamiento del planeta. Entre ambos emiten cerca del 40% del total.
Xie explicó que el plan incluye "planes concretos" a lo largo de esta década, y que tanto Beijing como Washington están comprometidos con "trabajar para finalizar el código de reglas" del Acuerdo de París de 2015, uno de los objetivos de negociación en Glasgow.
"China y Estados Unidos, las dos superpotencias mundiales, tienen que asumir la responsabilidad de trabajar junto a otras partes para luchar contra el cambio climático", añadió.
Poco después tomaba el estrado el enviado especial estadounidense, John Kerry, que saludó una "hoja de ruta" destinada a definir "la forma como vamos a limitar el calentamiento y a trabajar conjuntamente.
En particular, el documento menciona una reducción importante de las emisiones de metano, un gas de efecto invernadero hasta 80 veces más potente que el CO2.
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Xie aseguró que este nuevo plan conjunto, una novedad inesperada en Glasgow, fue llevado a cabo tras 30 reuniones telemáticas a lo largo de 10 meses.
Kerry y Xie expresaron su esperanza de que este acuerdo de un empujón a las negociaciones en Glasgow, donde los casi 200 países que firmaron el Acuerdo de París de 2015 deben pactar nuevos objetivos para luchar contra el calentamiento del planeta.
Poco antes de este anuncio inesperado, el propio primer ministro británico, Boris Jonhson, había pedido ante la prensa un "empujón decisivo" para cerrar las negociaciones de aquí al viernes, cuando oficialmente se termina la COP26.
"Atajar la crisis climática requiere colaboración internacional y solidaridad, y este es un paso importante en la buena dirección", tuiteó Guterres.