"Ley hija" y "Ley madre"
La punta del ovillo fue inicialmente la ley Contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas, Financiamiento al Terrorismo y Financiamiento de la Proliferación de Armas de Destrucción Masiva o no Convencionales, una ley específica observada por la oposición parlamentaria por otorgar "poderes extraordinarios" a varias instancias estatales casi a la par de la justicia.
La que fue considerada "ley hija" fue señalada como un instrumento de "persecución política" y que inclusive restringía la evocación de "reserva o secreto de fuente", por lo que también los gremios de prensa se manifestaron contra ese proyecto de ley.
Finalmente a mediados del mes pasado el gobierno decidió retirar el proyecto de ley del Parlamento admitiendo de que hubo "fallas en la socialización" y "ausencias de información" ante un "temor infundado" de grupos políticos que buscan eludir responsabilidades penales.
Sin embargo, el Ejecutivo ya había promulgado la "ley madre", más genérica, de Estrategia Nacional de Lucha contra la Legitimación de Ganancias Ilícitas y el Financiamiento al Terrorismo que da las bases para que entidades estatales, la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF), o la Aduana soliciten información o apliquen multas.
Los sectores en protesta consideran que a pesar de que la ley específica fue retirada del debate parlamentario la "ley madre" está vigente y se corre el riesgo de que se conciba una similar a la anterior.