Las "leyes malditas"
Como trasfondo están otro grupo de normas que el Parlamento boliviano, con la mayoría del gobernante Movimiento al Socialismo (MAS), aprobó en la finalización de la legislatura 2020-2021 como el Plan de Desarrollo Económico y Social 2021-2025 y la Ley de Ascensos de las Fuerzas Armadas.
Sin embargo, la más observada fue la primera a la que algunas gobernaciones y municipios consideran atentatoria contra el régimen autonómico porque pide que las regiones ajusten su planificación a lo que propone el nivel central gubernamental.
Mientras que inicialmente la segunda daba la potestad al ministro de Defensa de intervenir en la definición de ascensos de militares, se busca que sea el Ejecutivo defina los detalles con una reglamentación, lo que despertó la desconfianza de las opositoras Comunidad Ciudadana (CC) y Creemos.
También se cuestiona el traspaso del servicio de Derechos Reales a dependencia del Ministerio de Justicia y la reglamentación de la ley de Emergencia Sanitaria que movilizó a los gremios de salud.
A esto se suma la demanda de la oposición legislativa para que se restituyan los 2/3 de votación en las decisiones del Parlamento.
Al respecto, autoridades como la ministra de la Presidencia, María Nela Prada, han manifestado de que "no existen leyes malditas" como en tiempos del neoliberalismo de los años 1990.