"En lo que respecta al Mar Negro, esto va más allá de ciertos límites. Bombarderos estratégicos vuelan a 20 kilómetros de nuestras fronteras y transportan, como es sabido, armas muy peligrosas", prosiguió el presidente Ruso.
La víspera, fue el primer ministro británico Boris Johnson quien advirtió a Moscú contra cualquier intento de "aventurerismo militar" en la frontera entre Polonia y Bielorrusia y en la zona limítrofe con Ucrania.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, reaccionó el jueves a estas acusaciones pidiendo a Europa que dejara de considerar a Rusia como "responsable de todos los males".
"Rusia no está librando ninguna guerra híbrida", indicó Peskov, y Moscú es acusado regularmente de utilizar medios asimétricos contra sus rivales geopolíticos.
Ucrania quiere armas
La OTAN, Washington, París y Berlín han denunciado en los últimos días un refuerzo de las tropas rusas en las fronteras orientales de Ucrania, donde una guerra con separatistas prorrusos está en curso desde 2014.
Ese mismo año, Moscú anexó la península ucraniana de Crimea, en respuesta a una revolución prooccidental.
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En la primavera boreal de 2021, Rusia llevó a cabo maniobras militares a gran escala cerca de Ucrania, lo que suscitó el temor de una invasión.
Moscú ha advertido repetidamente a los occidentales contra un mayor apoyo a Kiev, subrayando también que la presencia reforzada de la OTAN en Europa Oriental era percibida como un signo de una política antirrusa hostil.