"Invierte aquí y gana todo el dinero que quieras", dijo Bukele en inglés, vestido todo de blanco y con una gorra de béisbol invertida, en el balneario de Mizata. "Esta es una ciudad totalmente ecológica que funciona y es energizada por un volcán".
La mitad del IVA recaudado se utilizaría para financiar los bonos emitidos para construir la ciudad, y la otra mitad pagaría servicios como la recolección de basura, dijo el mandatario, estimando que la infraestructura pública costaría alrededor de 300,000 bitcoins.
El Salvador se convirtió en septiembre en el primer país del mundo en adoptar bitcoin como moneda de curso legal.
Aunque Bukele es un presidente popular, las encuestas de opinión muestran que los salvadoreños son escépticos sobre su amor por el bitcoin, y su desigual introducción ha alimentado protestas contra el gobierno.
Al comparar su plan con las ciudades fundadas por Alejandro Magno, Bukele dijo que la "Ciudad Bitcoin" sería circular, con un aeropuerto, áreas residenciales y comerciales, y contaría con una plaza central diseñada para parecerse a un símbolo de bitcoin desde el aire.
"Si quieres que Bitcoin se extienda por el mundo, deberíamos construir algunas Alejandrías", dijo Bukele, un experto en tecnología de 40 años que en septiembre se proclamó a sí mismo "dictador" de El Salvador en Twitter en una aparente broma.
El Salvador planeaba emitir los bonos iniciales en 2022, dijo, y sugirió que sería en 60 días.
Samson Mow, director de estrategia del proveedor de tecnología blockchain Blockstream, informó que la primera emisión de 10 años, conocida como el "bono volcánico", valdría 1,000 millones de dólares, respaldada por bitcoin y con un cupón del 6.5%.