En la actualidad las peticiones de asilo a los Estados Unidos no tienen probabilidades de ser aceptadas, por ello, las personas tienden a quedarse en países aledaños, México principalmente, según el reporte “Tendencias globales de desplazamiento forzado en 2020” de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR).
Aunque el destino previsto de las personas que se desplazan desde estos tres países sigue siendo, en general, los Estados Unidos, cada vez más se instalan en México, y un número mucho menor se dirige al sur, a Costa Rica y Panamá.
Estos países también se están convirtiendo en importantes países de tránsito para las personas nacionales de la subregión y para quienes no pertenecen a la región.
En los últimos diez años, los desplazamientos desde El Salvador, Guatemala y Honduras se han multiplicado casi por 50, y aumentaron de 18,400 personas al final del 2011 a unas 867,800 al final del 2020.
A nivel global, el 12% de todas las nuevas solicitudes de asilo presentadas en 2020 provenía de personas ciudadanas de estos tres países.
De las 549,200 personas desplazadas internacionalmente de El Salvador, Guatemala y Honduras, el 79% se encontraba en los Estados Unidos (432,700 personas). Otras solicitaron asilo en México (78,600 o el 14%), Canadá (4,100) y Costa Rica (2,500). Otras 25,900 personas (5%) de El Salvador, Guatemala y Honduras solicitaron asilo fuera de las Américas, sobre todo en Europa, en países como España (15,400) e Italia (4,600). Además, 318,600 personas fueron desplazadas internamente en Honduras (247,100) y El Salvador (71,500).