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ONU: Los desplazamientos desde el Triángulo Norte crecen 50 veces desde 2011

Al final de 2020, 867,800 seres humanos de El Salvador, Guatemala y Honduras eran personas desplazadas forzadas, informa el ACNUR con motivo del Día del Refugiado.
vie 18 junio 2021 04:55 PM
Los desplazamientos desde El Salvador, Guatemala y Honduras —una región conocida como el Triángulo Norte de Centroamérica— se han multiplicado casi por 50 durante los últimos 10 años, señaló el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en su último informe de Tendencias Globales, publicado este viernes, con motivo del Día del Refugiado que se celebra el 20 de junio.
El ACNUR señala que un 12% de todas las nuevas solicitudes de asilo presentadas en 2020 en el mundo provenían de personas de El Salvador, Guatemala y Honduras.

Los desplazamientos desde El Salvador, Guatemala y Honduras —una región conocida como el Triángulo Norte de Centroamérica— se han multiplicado casi por 50 durante los últimos 10 años, señaló el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en su último informe de Tendencias Globales, publicado este viernes, con motivo del Día del Refugiado que se celebra el 20 de junio.

De acuerdo con la agencia de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), el número de personas provenientes de estos países centroamericanos aumentó de 18,400 personas al final de 2011 a unas 867,000 al final de 2020.

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El ACNUR señala que un 12% de todas las nuevas solicitudes de asilo presentadas en 2020 provenía de personas de El Salvador, Guatemala y Honduras. Más de tres cuartas partes de las personas del Triángulo Norte de Centroamérica desplazadas internacionalmente se encontraban en Estados Unidos. Otros solicitaron asilo en México, Canadá, y Costa Rica. Un 5% (25,900 personas) se han desplazado fuera de América, principalmente a España e Italia.

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Además, El Salvador, Guatemala y Honduras acogieron a 1,500 personas refugiadas o solicitantes de asilo hacia el final de 2020, lo que supone un aumento en comparación con el año anterior. Tres de cada cinco procedían de El Salvador o de Honduras, mientras que otros países de origen eran Nicaragua, Venezuela y Cuba. Sin embargo, las cifras reales pueden ser mucho mayores, por la volatilidad de la situación de la región.

De acuerdo con el informe, que tiene cifras hasta el final de 2020, la proporción de niños no acompañados o separados de su familia salvadoreños, hondureños y guatemaltecos que llegaron a la frontera de los Estados Unidos disminuyó levemente del 15 al 11%.

“En 2020, debido a las restricciones de circulación, se produjo un descenso del 75% de las llegadas en general, sobre todo de familias, y casi tres cuartas partes se registraron como personas adultas solteras”, señaló el documento, citando cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos.

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Las cifras mexicanas, son parecidas. Según los datos del Instituto Nacional de Migración (INM), antes de 2018 casi la mitad de los niños provenientes de El Salvador, Guatemala y Honduras no estaban acompañados, en comparación con el 32% en 2018 y el 25% en 2019.

En 2020, la cantidad general de niñas y niños procedentes de estos tres países registrados en los datos del INM disminuyó en casi un 80%, principalmente debido a las restricciones de circulación aplicadas para contener la COVID-19, por lo que la proporción de niñas y niños no acompañados aumentó al 44%.

La cantidad global de solicitudes de asilo en México también se incrementó de 3,400 en 2015 a 70,400 en 2019, antes de caer un 41%, es decir, a 41,200 en 2020.

Algunas de las razones por las que las personas de El Salvador, Honduras y Guatemala huyen de sus países son la violencia selectiva y la falta de seguridad general en sus comunidades. En un informe publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y ACNUR en 2020 casi una de cada cinco familias entrevistadas identificó la violencia como la principal razón de su desplazamiento.

Las niñas, los niños y los adolescentes son especialmente vulnerables a las violencias de las pandillas y al reclutamiento forzado en estos tres países y casi la mitad de ellos no van a la escuela. Los jóvenes son amenazados y obligados a participar en actividades delictivas. Desafiar a las pandillas es sumamente peligros para los jóvenes y las represalias pueden extenderse a sus familias y a sus comunidades.

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“Esta persecución obstaculiza considerablemente la capacidad de los familiares para encontrar o conservar un empleo, y para acceder a la educación, la salud y otros servicios sociales”, asegura la ACNUR.

También la situación económica imperante y el impacto del cambio climático agravan estas vulnerabilidades. En una encuesta de opinión pública realizada en 2019, dos tercios de las personas encuestadas de El Salvador, Guatemala y Honduras afirmaron que creen que es muy probable que ellas o algún familiar directo se vean afectados por un desastre natural en los próximos 25 años.

Las consecuencias de los huracanes Eta e Iota, que azotaron Centroamérica en noviembre de 2020, son la muestra de la vulnerabilidad de estos países ante la crisis climática.

El número de desplazados y refugiado en el mundo se duplica en 10 años

La cantidad de personas que se vieron obligadas a huir de sus hogares debido a conflictos, persecuciones y abusos a los derechos humanos se duplicó en la última década, para llegar a 82,4 millones a fines del año pasado, de acuerdo con el informe de ACNUR.

Esta cifra representa un récord del número de refugiados y desplazados internos en el mundo. Además la cantidad de desplazamiento siguió creciendo en 2020 a pesar de las restricciones a la movilidad que se establecieron para tratar de frenar la pandemia de COVID-19. Se trata del noveno año consecutivo de aumento.

"En el año del COVID, en un año en el que el movimiento era prácticamente imposible para la mayoría de nosotros (...) 3 millones más de personas han sido desplazadas por la fuerza", dijo a la agencia Reuters el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi.

Entre quienes se han visto obligados a huir de su país, los sirios siguen siendo el mayor contingente, con unos 6.8 millones de desplazados internacionales como consecuencia de la guerra, seguidos de los palestinos, con unos 5.7 millones.

Los venezolanos constituyen el tercer mayor grupo, con unos 4.9 millones de personas, según las cifras de ACNUR, que además no incluyen a quienes están desplazados fuera de la región de América Latina y el Caribe.

Afganistán (2.8 millones de desplazados internacionales) y Sudán del Sur (2.2 millones) son los siguientes en una lista en la que también aparecen en los primeros puestos Myanmar, la República Democrática del Congo, Somalia o Sudán.

"Desafortunadamente, las tendencias han continuado. Si tuviéramos que trabajar para actualizar las cifras (...) durante los primeros seis meses de 2021, probablemente veremos un aumento adicional de esos 82,4 millones", dijo Grandi. Alrededor del 42% de los desplazados eran niños.

"La tragedia de tantos niños y niñas nacidos en el exilio debería ser razón suficiente para maximizar los esfuerzos para prevenir y acabar con los conflictos y la violencia", sostuvo Filippo Grandi.

En cuanto a los países de acogida, Turquía sigue siendo el número uno, con casi 4 millones de refugiados y demandantes de asilo, en su mayoría procedentes de Siria.

Colombia, con 1.7 millones de venezolanos en su territorio, es el segundo Estado que acoge a más desplazados, seguido de Alemania, Pakistán, Uganda, Estados Unidos, Perú, Sudán y el Líbano.

Según dijo Grandi a Reuters, el aumento de las personas desarraigadas de sus hogares se debió en parte a nuevos focos de conflicto, como el norte de Mozambique, la región del Sahel en África Occidental y Tigray en Etiopía, junto con los estallidos en conflictos de larga duración en Afganistán y Somalia.

La ONU también se está preparando para un probable aumento del desplazamiento de civiles en Afganistán cuando las tropas estadounidenses e internacionales abandonen el país en septiembre, había Grandi esta semana.

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"Poner fin a las políticas egoístas"

El informe de ACNUR destaca que la inmensa mayoría de los refugiados, casi 9 de cada 10, son acogidos en países vecinos a las zonas de conflicto y que son, en su mayoría, naciones de ingresos medios y bajos.

En 2020, el número de demandantes de asilo, por su parte, cayó de forma dramática, con 1.3 millones, un millón menos que el año anterior, como consecuencia de las restricciones a los viajes impuestas por la pandemia.

En 2020, cerca de 3.2 millones de desplazados internos y solo 251,000 refugiados pudieron volver a sus hogares, respectivamente un 40% y un 21% menos que en 2019.

La reubicación de refugiados también registró una bajada drástica. Solo 34.400 refugiados fueron reinstalados el año pasado, un nivel mínimo en 20 años, a causa del número limitado de plazas y de la pandemia, según el ACNUR.

"Las soluciones requieren que los líderes mundiales y aquellas personas con capacidad de influencia dejen de lado sus diferencias, pongan fin a los enfoques políticos egoístas y, en cambio, se centren en prevenir y resolver los conflictos y garantizar el respeto por los derechos humanos", declaró Grandi.

En medio de un aumento del populismo y el nacionalismo en la política global, Grandi pidió a los líderes mundiales que "dejen de demonizar a las personas" que se ven obligadas a desplazarse.

"Decir que la única forma de abordar este flujo de población es construyendo muros o empujando a la gente al mar es moralmente despreciable. Son seres humanos", dijo Grandi. "Cualquiera que sea el motivo de la huida o del movimiento de los seres humanos, merecen plena dignidad como todos los demás”.

Con información de AFP y EFE

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