Liberarse de prejuicios
"Es algo muy significativo. Uno se siente en realidad dignificado como ser humano, como persona. Siempre sentí que la vida, la familia y el entorno en el que me tocó vivir en épocas más antiguas te despreciaban por tu orientación sexual", relató a la AFP Ramón López, quien esperaba esta ley para casarse con Gonzalo, su pareja desde hace 21 años.
"Esto abre las puertas y derrumba todos esos prejuicios que tuvimos en la infancia. Yo pertenezco a una generación donde ser de la diversidad sexual significaba ser todo lo malo. Yo crecí con esa visión de niño, de adolescente y fue superdifícil liberarse de todos esos prejuicios, fue un trabajo muy duro", agregó López a las puertas del Congreso en Valparaíso.
La aprobación del proyecto era esperada para la semana pasada, pero diferencias en aspectos sobre filiación, derechos laborales y actualización de la ley de identidad de género surgidas entonces entre las cámaras del Congreso forzaron a la conformación de una Comisión Mixta, que sesionó el lunes, y obligó a una nueva votación este martes en ambas instancias.
Años de lucha
El proyecto aprobado de Matrimonio Igualitario ingresó al Parlamento en 2017, tras una iniciativa de la ex mandataria socialista Michelle Bachelet (2014-2018).
Pero una primera iniciativa fue presentada en 2008. Y, en mayo de 2012, el Movilh demandó al Estado de Chile ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por prohibir el matrimonio a parejas del mismo sexo.
Hasta ahora, la única herramienta jurídica para unir legalmente a parejas del mismo sexo que rige en Chile es el Acuerdo de Unión Civil —aprobado en 2015— que permite acceder a casi todos los derechos que estipula el matrimonio, pero niega la posibilidad de adopción y los derechos de filiación de hijos para parejas del mismo sexo, discriminación que con este proyecto cambia.
"Es difícil todavía internalizarlo, pero creo que libera ataduras a nivel personal", agregó Ramón López.