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Gabriel Boric, un milenial que quiere cambiar todo en Chile

El ex líder estudiantil de izquierda, que se convirtió en el presidente más joven de su país, busca transformar radicalmente el sistema económico de Chile.
vie 11 marzo 2022 10:59 AM
Gabriel Boric, un milenial que quiere cambiar todo en Chile (Retrato de Gabriel Boric)
En caso de ganar las elecciones, Gabriel Boric encabezaría el gobierno más izquierdista desde el socialista Salvador Allende, a quien siempre menciona como referente.

Bregado en las luchas estudiantiles y devenido luego en diputado, el izquierdista Gabriel Boric es, con solo 36 años, la persona más joven en ocupar la presidencia de Chile.

Boric postuló con la edad mínima para aspirar a la presidencia del país sudamericano (35 años), y fue el menor de los siete candidatos que compitieron para suceder al conservador Sebastián Piñera.

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Gabriel Boric inicia su gobierno junto a pueblos originarios de Chile

"El futuro de Chile nos necesita a todos del lado de la gente y espero que tengamos la madurez de contar con sus ideas y propuestas para comenzar mi gobierno", dijo Boric en su primer discurso tras ganar las elecciones.

Boric lleva, como lo llama, "un faro que ilumina en una isla desierta" tatuado en su brazo izquierdo y se relaja leyendo, pero su vida real es la de un activista de izquierda.

Boric, un líder estudiantil contra el neoliberalismo

Gabriel Boric será el presidente más joven de Chile con 36 años

Ecologista, feminista, regionalista y crítico acérrimo del modelo neoliberal instalado durante la dictadura militar (1973-1990) y consolidado luego en la transición, ofrece la agenda más profunda de cambios, en línea con las protestas sociales de octubre de 2019.

Su objetivo es combatir la endémica desigualdad que sufre Chile y que detonó hace dos años el denominado estallido social y construir un Estado del bienestar similar a las democracias europeas.

"Si Chile fue la cuna del neoliberalismo en Latinoamérica, también será su tumba", dijo Boric el pasado julio, cuando fue proclamado abanderado del bloque izquierdista Apruebo Dignidad, integrado por el Frente Amplio y el Partido Comunista.

Buena parte de sus seguidores y detractores lo vieron crecer como dirigente político desde 2011, cuando lideró protestas estudiantiles por una enseñanza gratuita, en uno de los países con la educación más cara del mundo.

"Nuestra generación irrumpe en política el 2011 despercudiéndose un poco de los miedos que había generado la dictadura y los pactos de la transición", dijo en una entrevista con AFP.

Aludió así a la Concertación, coalición de centro-izquierda que desde 1990 gobernó buena parte de los 31 años de democracia, y que hoy yace desintegrada y desprestigiada como reflejo de la gran crisis de confianza institucional.

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Su principal reproche a la democracia es haber continuado con el modelo económico liberal que dejó a una clase media y baja endeudada para pagar educación, salud y pensiones privadas.

¿Cuáles son las propuestas de Gabriel Boric?

Boric encabezará el gobierno más izquierdista desde el socialista Salvador Allende, a quien siempre menciona como referente. También es muy cercano a Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, fundadores del partido español Podemos, y al ex presidente uruguayo José Mujica.

El próximo presidente de Chile vivirá en un barrio con diversidad social

Los mercados le temen, aunque su discurso actual está a años luz de las proclamas radicales que defendía hace una década cuando era estudiante de Derecho y estaba al frente de la poderosa Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH), organización que lideró las marchas de 2006 y 2011 a favor de la gratuidad educativa.

Su círculo más cercano procede precisamente de aquellas movilizaciones: su mano derecha es el también diputado Giorgio Jackson, con quien llegó por primera vez al Parlamento en 2014 y fundó el Frente Amplio tres años después.

Ahora, Jackson estará al frente de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres), a cargo de las relaciones con el Parlamento, donde desde inicios de marzo no hay mayorías y Apruebo Dignidad solo tiene 37 diputados y 5 senadores.

Desde que fue elegido la carta presidencial de Apruebo Dignidad en una votación en la que ganó contra todo pronóstico a Daniel Jadue, un peso pesado del comunismo, ha moderado considerablemente su discurso.

Aumento del salario mínimo, subida de impuestos a los más ricos, reforma del sistema de pensiones, reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales, instalación de un sistema único de salud y condonación de créditos universitarios son algunas de las propuestas estrella de Gabriel Boric.

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Cuando sus críticos le espetan que un eventual gobierno suyo traería más inestabilidad porque espantaría la inversión, suele responder con la misma idea: "La inestabilidad es seguir igual, es mantener el status quo”.

¿De izquierda o de extrema izquierda? Ideología de Boric

Nacido en la austral Punta Arenas en 1986, Boric ha sido blanco de ataques por su juventud e inexperiencia fuera de la política y también por su alianza con los comunistas, con los que ha reconocido tener diferencias, sobre todo en lo referente a la situación política en Nicaragua, Venezuela y Cuba.

"En nuestro gobierno el compromiso con la democracia y los derechos humanos será total, sin respaldos de ningún tipo a dictaduras y autocracias, moleste a quien moleste", afirmó en noviembre, luego de que una facción del Partido Comunista emitiese una declaración apoyando al presidente nicaragüense, Daniel Ortega, tras los fraudulentos comicios en ese país.

La derecha más tradicional le tilda de "extrema izquierda" y suele echarle en cara recurrentemente el encuentro que mantuvo en 2018 con Ricardo Palma Salamanca, condenado por el asesinato del exsenador conservador Jaime Guzmán, ideólogo de la actual Constitución, heredada de la dictadura.

Pese a ser el líder más cercano al estallido y uno de los mayores defensores del proceso constituyente en el que está inmerso Chile, ha ido perdiendo apoyos entre los manifestantes más radicales.

Las polémicas de Boric

El acuerdo con la mayor parte de las fuerzas parlamentarias en noviembre de 2019 para convocar un plebiscito sobre la Constitución, en pleno pico violento de la crisis, fue el punto de quiebre con los llamados "primera línea", los manifestantes que se enfrentaban directamente con la Policía.

Muchos le vieron entonces como un traidor (entre ellos algunos comunistas), mientras que para muchos otros demostró sentido de Estado y haber dejado atrás su radicalidad estudiantil.

En 2018 hizo público que padece un trastorno obsesivo compulsivo (TOC) y durante la pandemia se erigió como uno de los grandes defensores de la salud mental.

Su recta final de campaña ha sido complicada: se contagió de COVID-19 y estuvo en cuarentena casi una semana. También se vio un tanto enturbiada por una antigua denuncia en su contra por presunto acoso sexual.

"No hay una acusación (judicial) hoy presentada, pero estoy totalmente disponible a cualquier tipo de investigación (...) No basta que solo yo afirme mi inocencia, se le deben entregar todas las garantías a las víctimas", dijo en el último debate televisivo.

Con información de AFP y EFE

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