El acuerdo alcanzado en 2015 concedía a Teherán el levantamiento de una parte de las sanciones que ahogaban a su economía a cambio de una drástica reducción de su programa nuclear, bajo estricto control de la ONU.
Con esta nueva ronda, el objetivo es hacer que Estados Unidos, que participa de forma indirecta por deseo de Irán, vuelva al pacto, que la administración Trump abandonó en 2018.
Petróleo iraní
"Lo más importante para nosotros es alcanzar un punto donde podamos verificar que el petróleo iraní se vende fácilmente y sin límites, que el dinero del petróleo llegue en divisas extranjeras a cuentas bancarias iraníes, y que podamos beneficiarnos de todos los ingresos en los diferentes escenarios económicos", declaró el ministro iraní de Asuntos Extranjeros, Hosein Amir-Abdollahian.
"Hemos llegado a un documento común sobre el programa nuclear y sobre las sanciones. Hoy comenzarán las primeras negociaciones (sobre este tema)", agregó.
El portavoz de Asuntos Exteriores iraní, Said Khatibzadeh, había aconsejado "a todos los participantes en las negociaciones que vengan a Viena con la voluntad de conseguir un buen acuerdo", ya que Irán se niega a "perder tiempo y energía".
También recordó que la delegación iraní "se centrará en dos asuntos: el levantamiento de las sanciones y la actividad nuclear".