Rusia asegura actuar ante la amenaza por el avance de la OTAN y ha reclamado a la alianza militar transatlántica que prohíba cualquier expansión futura hacia sus fronteras y frene toda cooperación militar en lo que Moscú considera su zona de influencia.
Una fuente del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos indicó que estas negociaciones estarán seguidas por una reunión entre Rusia y la OTAN el 12 de enero.
Un día después, el 13 de enero, debería haber otro encuentro entre Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE), fundada durante la Guerra Fría para favorecer el diálogo Este-Oeste e integrada también por Estados Unidos.
"Cuando nos sentemos a discutir, Rusia podrá poner sus inquietudes sobre la mesa y nosotros pondremos las nuestras sobre la mesa, especialmente las actividades de Rusia", indicó el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
"Garantías de seguridad"
Moscú niega cualquier intención bélica en Ucrania y se presenta como víctima de las "provocaciones" de Occidente, que apoya política y militarmente a Ucrania.
Señal de que las negociaciones serán duras, el jefe de la diplomacia rusa Serguéi Lavrov descartó cualquier "concesión", afirmando que Moscú está "en una posición de firmeza en lo que concierne la defensa de (sus) intereses".
El Kremlin reclama "garantías de seguridad" como que la OTAN no se expanda todavía más en los territorios de la antigua Unión Soviética, como Ucrania.
"Es de esto de lo que hay que hablar, son las proposiciones sometidas por la parte rusa", insistió Riabkov.