El pasado viernes, Walensky ofreció una inédita rueda de prensa telefónica, la primera desde que está en el cargo, para defenderse de las críticas.
En esa llamada aclaró respecto al aislamiento que el inicio de los síntomas debe contarse como día cero y que el confinamiento puede levantarse en el sexto día si se es asintomático y siempre usando mascarilla.
El de la mascarilla es un asunto que la persigue desde mucho antes, concretamente mayo, cuando los CDC anunciaron que no era necesario el cubrebocas para los completamente vacunados, una recomendación que luego modificaron.
Todos van a tener COVID-19
Las confusas recomendaciones coinciden con un vertiginoso ascenso de contagios de COVID-19 en Estados Unidos, donde la variante ómicron, más contagiosa que las anteriores, supone ya el 98 % de los casos.
El país, que el 3 de enero superó por primera vez el millón de casos nuevos confirmados, batió el martes un nuevo récord de ingresos hospitalarios por COVID-19, con más de 145,000 personas en centros sanitarios.
Ante esta situación, el principal epidemiólogo del gobierno, Anthony Fauci, dio por hecho este miércoles que casi "todo el mundo" contraerá el coronavirus tarde y temprano, si bien defendió la eficacia de las vacunas para evitar que la enfermedad sea grave.
"Prácticamente todo el mundo terminará expuesto y probablemente se infectará, pero si está vacunado y recibe refuerzos, las posibilidades de que se enferme son muy, muy bajas", dijo Fauci durante la rueda de prensa.
La variante Ómicron tiene más asintomáticos, una clave de su rápida propagación
Fauci insistió en que el COVID-19 "no se puede erradicar", aunque defendió que finalmente será controlada.
Según los CDC, las vacunas han permitido que el riesgo de hospitalización con la variante ómicron se haya reducido un 53 % respecto a la delta, mientras que el de acabar en una unidad de cuidados intensivos ha bajado un 74 % y el de muerte, un 91 %.